Los centros clandestinos de detencion sobre el mapa de la ciudad de cordoba, una topografia de la memoria.

Recuperar, preservar y catalogar los documentos producidos por los organismos de derechos humanos para luego difundir y poner a disposición de la consulta pública la información es la tarea que Memoria Abierta viene realizando durante estos 10 años de vida. Patricia Valdez, directora y generadora del proyecto, cuenta: “Memoria Abierta surge ante la necesidad de organizar una cantidad de documentos dispersos que permitieran conocer y profundizar en la investigación de lo ocurrido durante el tiempo de la dictadura. Pero no sólo para que otros pudieran acceder a esos documentos sino también para poder contribuir a un debate que era muy incipiente en el año 2000 pero que después fue creciendo: cómo hace nuestro país para tener uno o varios museos o lugares que cuenten lo ocurrido. Había mucha información dispersa por un lado y, por otro, la necesidad de alimentar y contribuir a un debate”.

Desde Memoria Abierta se sostiene que construir memoria es un acto intergeneracional en el que los espacios políticos, educativos y sociales tienen que facilitar el debate para enriquecer la cultura democrática y promover una conciencia colectiva que valore el recuerdo y actúe sobre sus consecuencias en el presente. “Memoria Abierta, por lo que es en su esencia, tiene una manera de aproximarse al trabajo que prioriza las alianzas entre grupos y sectores, entre sociedad civil y Estado, y trata de contribuir a que las políticas públicas de memoria trasciendan las iniciativas de gobiernos particulares. Queremos promover una política local y nacional de archivos, de cuidado a los lugares de memoria, de preservación de esos sitios que forman parte del patrimonio histórico de un país”, resume Valdez.

POLITICAS DE ACCION

La transmisión de la memoria como política de acción es el eje desde el cual trabaja Memoria Abierta. Conformaron una coalición de seis grupos distintos, todos organismos históricos de defensa de los derechos humanos: la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Comisión de Homenaje a las Víctimas de Vesubio y Protobanco, la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora y Servicio Paz y Justicia (Serpaj). Desde su nacimiento, y a través de la acción coordinada con estos seis organismos, Memoria Abierta se propone desarrollar herramientas que contribuyan a la elaboración colectiva de la memoria del terrorismo de Estado. Para eso producen fuentes documentales y testimoniales que permiten profundizar sobre el pasado reciente en Argentina, componen textos y materiales audiovisuales y realizan muestras y exhibiciones itinerantes. Las líneas de trabajo se focalizan en ofrecer representaciones de lo sucedido sin dejar de establecer conexiones con hechos y situaciones del presente. Un claro ejemplo es el aporte de documentación a procesos judiciales. Archivos alternativos producidos por organizaciones de derechos humanos que reúnen denuncias, imágenes y artículos de prensa son consultados por distintas fiscalías. “Las personas que decidieron formar esta institución fueron construyendo un archivo –en el sentido más general– muy valioso que tenía que ver con la búsqueda de lo que sucedía con sus familiares y seres queridos, relatos muy importantes para transmitir. Memoria Abierta se inicia a partir de esa cuestión”, resume Alejandra Oberti, responsable del Archivo Oral.

El trabajo cotidiano en Memoria Abierta está definido en cuatro áreas: Patrimonio Documental, Archivo Fotográfico, Topografía de la Memoria y Archivo Oral. En el equipo trabajan profesionales de las ciencias sociales, sociólogos, comunicadores sociales, bibliotecarios, archivistas, y arquitectos.

El programa Patrimonio Documental se encarga de la preservación y puesta a disposición de la consulta pública de los documentos. Estos archivos guardan la historia de resistencia y lucha y proveen fuentes y recursos que refuerzan los trabajos por la memoria. Además se promueve la identificación de colecciones personales y la concientización de la importancia de su donación para que sean digitalizadas. La base de datos reúne más de 27.300 registros de documentos pertenecientes a las organizaciones de Memoria Abierta que poseen archivos.

Memoria Abierta ha reunido en su Archivo Fotográfico más de 16.000 imágenes que dan testimonio de lo ocurrido durante la dictadura como así también de la historia del movimiento de derechos humanos. Hay colecciones institucionales, personales y temáticas organizadas en un catálogo on line. Muchos de los documentos fueron digitalizados y se pueden consultar desde la página web www.memoriaabierta.org.ar Hay, por ejemplo, una colección de cartas personales en las que la denuncia se mezcla con el recuerdo; frente a la desesperación aparece la inteligencia y la búsqueda de medios efectivos para hacerse escuchar. Desde la cárcel o el exilio puede leerse también la esperanza y la ironía o la alegría ante hechos cotidianos, frente a la desesperación que la represión imponía. http://www.memoriaabierta.org.ar/bases/testeo/coleccion.htm

La galería Fotos con Historia y la colección de la Conadep –Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas– se puede consultar en www.memoriaabierta.org.ar/galeria.php

El programa Topografía de la Memoria trabaja sobre la memoria territorial y espacial del terrorismo de Estado. Busca visibilizar todo lo que tiene que ver con la política concentracionaria del terrorismo de Estado. Revela documentación sobre sitios de represión y brinda asistencia técnica en la recuperación de los lugares que funcionaron como centros clandestinos. Para visibilizarlos y transformarlos en vehículos de la memoria, rindiendo homenaje o produciendo acciones de conmemoración.

El Archivo Oral produce testimonios referidos a la vida social y política de los años ’60 y ’70, al terrorismo de Estado y a la transición democrática. Está compuesto por entrevistas registradas en formato audiovisual a personas que sufrieron la represión. Cuenta con más de 650 testimonios y apunta a sumar una diversidad de voces buscando la construcción que el sujeto pueda hacer a partir de su experiencia. Si bien son testimonios individuales, puestos en línea dan cuenta de una memoria social. Quien quiera consultar, se puede acercar a Memoria Abierta y seleccionar los testimonios que le interesen por temática o por personalidad. Para consultar el archivo, hay que solicitar turno por teléfono o por mail a [email protected].

El objetivo del exhaustivo trabajo que Memoria Abierta realiza desde el año 2000 es dar a conocer, hacer que la información que está sea fácil de encontrar, y que los debates no se den sólo en el ámbito académico o entre los organismos de derechos humanos, sino que circulen también en otras esferas. Trabajan para enriquecer el conocimiento sobre el período de la violencia estatal y paraestatal en Argentina y para promover la cultura democrática, convencidos de que lo que pasó tiene sus rebotes aún hoy. La política de Memoria Abierta es ampliar, abrir, mostrar para estimular la consulta. A los innumerables reclamos de verdad y justicia se sumó la preservación de la memoria. El trabajo de Memoria Abierta es sin duda un trabajo inmenso, siempre con la premisa de que sea de acceso público y que quede preservado en el tiempo para que nunca más sea posible el terror ni el intento de borrar sus huellas.