Viernes, 12 de agosto de 2011 | Hoy
Por Sindicato de Mujeres Meretrices de la Argentina
Estimadas compañeras de Las/12
Desde el Sindicato de Mujeres Meretrices de la Argentina quisimos enviarles esta carta, para contarles que después de la última nota que publicaron sobre el tema de la prohibición de anuncios de trabajo sexual nos hemos quedado con un sabor amargo. Nos referimos en particular a “la Gran Polémica” del 22 de julio de 2011, pero también en general, a las notas que publica este suplemento cuando toca temas sobre trabajo sexual.
A partir de algunas particularidades que vimos en la última nota es que nos preguntamos mucho más seriamente si es que Las12 expresa la voz de las mujeres que piensan y luchan contra la violencia de género y por el respeto a la mujer, o si sólo representa a un sector. Discutiendo entre nosotras llegamos a la triste conclusión de que la última es quizás la respuesta. Aún así, tenemos esperanzas de equivocarnos.
La periodista que nos llamó para hablar sobre el decreto que prohíbe los anuncios de trabajo sexual nos contó que haría un debate. Efectivamente es así como presenta la nota. Como un debate. Sin embargo, estamos seguras de que no es ese el espíritu de la nota final. Para sincerarnos, nos damos cuenta que en realidad la nota busca reforzar la opinión que el suplemento viene sosteniendo desde que tenemos memoria. Sólo por dar un ejemplo, en reiteradas oportunidades refieren a la prostitución, palabra que rechazamos por violenta y llena de estigma, y ponen entre comillas trabajo sexual, que es la denominación que nosotras hemos elegido. Con esto queremos decir que también pueden entrecomillarse ambas si lo que se quiere es simplemente reflejar un debate.
Pero, sobre todas las cosas, entendemos que no es reflejar las distintas posturas, o proponer un debate genuino, exponer los argumentos de cinco pensadoras con quienes comparten líneas de pensamiento abolicionista y una sola representante del sindicato Ammar-CTA. Ammar-CTA tiene 4000 afiliadas en toda la Argentina y 10 filiales provinciales con sus respectivas representantes. Nuestra organización es de y para trabajadoras sexuales, actoras protagonistas a quienes directamente afecta el decreto en cuestión. Solo con eso, cualquier periodista que quiera reflejar la repercusión de la medida entendería que nuestras voces son fuente clave y primaria de información. Aún así, si les pareciera que la opinión de Ammar debe ser reflejada solo por una representante, existen mujeres feministas de reconocida trayectoria que aportarían a este debate alimentándolo con sus opiniones. Solo por mencionar algunas, María Rigart (Fundación Friedrich Evert), Alejandra Sardá (de mama cash), Josefina Fernández (Grupo Feminista Ají de Pollo), entre otras tantas.
Claro que un medio puede elegir qué hacer con sus notas. En todo caso, lo que nos hubiera gustado es que aclararan que vamos a participar en una nota de opinión del equipo editorial del suplemento. Porque de otra manera estaríamos mintiendo. Y ahí tenemos nuestro límite. Puede llegar a ser muy tendencioso cuando una entrevista se edita y se enfrenta a otras entrevistas a ciegas.
Cualquiera que lee el artículo del suplemento se da cuenta que la voz de la secretaria general de nuestra organización queda sola en el medio de una isla de mujeres, muchas de ellas no trabajadoras sexuales, otras que se representan a sí mismas, y que todas juntas forman una postura claramente abolicionista. Esto no necesariamente refleja ni una realidad, ni ningún debate.
Nos animamos a escribirles porque nos sorprende que se nos dé este trato en el suplemento, ya que el diario Páginal12 siempre se destacó por ser un medio democrático, amplio, que toda vez respetó nuestra opinión y nos dio voz cada vez que un tema nos afectó de manera directa.
Asistimos hoy a un momento importante de la vida de nuestro país, donde se están generando discusiones que lamentablemente han sido postergadas durante mucho tiempo de la agenda pública. De más lo saben ustedes. La trata de personas es una de ellas.
Desde nuestros comienzos es uno de los objetivos principales de nuestra organización apoyar los debates y aportar en las propuestas sobre políticas contra la trata de personas, la explotación sexual infantil de niños y niñas, así como cualquier forma de esclavitud. La ignorancia o el prejuicio sobre nuestro trabajo ha llevado a muchas personas a relacionar necesariamente el trabajo sexual con la trata, en perjuicio de llegar a la verdadera raíz de esta problemática.
Por todo esto hoy nos animamos a hacerles llegar esta carta. Porque sabemos que es importante que los debates se den en los medios de comunicación. Por todo ello también, les queremos decir que, como siempre, seguimos abiertas al diálogo, conscientes de que sabrán comprender nuestro punto de vista y considerar su reflexión.
Desde ya muchas gracias.
Jorgelina Sosa Pisani –secretaria general, filial Capital–, Fátima Olivares –secretaria general, filial Mendoza–, Yolanda Aguilar –secretaria general, filial Chaco–, Claudia Lucero –secretaria general, filial Rosario–, Claudia Carranza –secretaria general, filial Entre Ríos–, Sandra Rufino –secretaria general, filial Salta–, Susana Martínez –secretaria general, filial La Plata–, Mariana Contreras –secretaria general, filial Santiago del Estero–, Elena Eva Reynaga –secretaria general Ammar Nacional–.
N de E: En la nota publicada el 22 de julio nunca se puso entre comillas la expresión trabajo sexual. Las cinco personas que participaron del debate hablaron en primera persona en función de su experiencia como trabajadora sexual –el caso de Elena Reynaga– o por estar o haber estado en situación de prostitución –Lohana Berkins, Marlene Wayar, Graciela Collantes y Sonia Sánchez–. Expresamente, por el respeto a esta experiencia, elegimos no convocar a nadie que opine desde la teoría.
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