Viernes, 12 de agosto de 2011 | Hoy
CóMO LLEGAR
Zulma, hija del poeta paraguayo Elvio Romero, y la editora Vidalia Sánchez abrieron la primera librería del Paraguay en Buenos Aires, en el barrio de Almagro, con interesantes títulos en guaraní y castellano para una comunidad que en nuestro país supera el millón de habitantes.
“Y las mujeres mendicantes/ pordioseras del amor, abandonadas/ al acecho febril del blanco libidinoso/ usadas para lo que se quiera/ en todas las ocasiones...”
Estos versos pertenecen al poema “Siervas” del escritor paraguayo Elvio Romero (1926-2004), contenido en el volumen de casi 900 páginas de su obra completa que preside la vidriera de la Librería Paraguaya en la Argentina, inaugurada recientemente en Almagro por iniciativa de Zulma Romero, hija del poeta, y Vidalia Sánchez, directora de la editorial ServiLibro.
“Esta es una clara iniciativa de mujeres –sostiene Zulma–, y la idea de la librería surgió a raíz de mi participación en la atención del stand del Paraguay en la Feria del Libro argentina, cuando tras la última dictadura (1954-1989) los paraguayos comenzaron a poder difundir su historia y su cultura. Con Vidalia, que fue amiga de mi padre y es una gran emprendedora, hicimos averiguaciones con la embajada y la cancillería pero no conseguimos nada, así que este año decidimos hacerlo nosotras y aquí estamos. Nuestro objetivo es ampliar el conocimiento del Paraguay en la Argentina y ofrecer la posibilidad de conocer a través de los libros la cultura, la historia y la identidad de pueblo paraguayo, además de facilitar el acceso a ediciones de ese origen a la numerosa comunidad paraguaya que reside aquí.”
Zulma es argentina, su padre, activo militante de la revolución febrerista de 1946, en 1947 se exilió en Buenos Aires donde produjo la mayor parte de su obra de fuerte contenido social, que lo convirtió en uno de los poetas y luchadores más relevantes contra la dictadura de Alfredo Stroessner.
“Desde muy joven papá se incorporó en Asunción al núcleo literario de la Generación del ‘40 junto a Augusto Roa Bastos, Josefina Plá y Hérib Campos Cervera, entre otros. Cuando se exilia aquí tras la guerra civil del ‘47 toma contacto con Rafael Alberti, Pablo Neruda, Raúl González Tuñón, Nicolás Guillén. Atravesó caminando el Chaco paraguayo para cruzar la frontera y entrar a la Argentina; todavía era soltero y cuando se despidió de mamá, ella le dijo que se fuera a la revolución, que cuando volviera victorioso iban a casarse. Pero en 1954 con Stroessner, ella y mis abuelos tuvieron que dejar Paraguay y vinieron a la Argentina; yo nací acá y mi hermano también”, recuerda Zulma.
Cuando no hubo mas que mujeres...
“...solas, solitas en el fondo de la capuera,/ soportando su alumbramiento,/ esperando el llanto del caído de sus entrañas,/el hijo de otro linaje,/ que será encomendado también/ y siervo para siempre, como ella, una sierva/ sin protección posible....”
Desde la época en la que los conquistadores españoles llegaron a América, las tierras guaraníes fueron diezmadas y su población originaria arrasada, esclavizada y victimizada despiadadamente. Luego guerras civiles y dictaduras continuaron su obra de destrucción, violencia y genocidio.
Sin embargo, desde aquellos orígenes las mujeres paraguayas jugaron un rol determinante en la historia y se cargaron el país al hombro cuando las contiendas habían exterminado a la población masculina casi en su totalidad.
Muchas son las obras que se refieren a esas historias y que es posible encontrar en los estantes recién poblados de la librería de la calle Medrano.
Residentas, destinadas y traidoras, Testimonios de las mujeres de la Triple Alianza, Editorial ServiLibro (4ª edición), es la compilación de historias de mujeres que vivieron esa guerra y fueron perseguidas, trasladadas a campos de concentración, sometidas a toda clase de abusos y torturas, y finalmente destinadas al frente de combate junto a niños y ancianos cuando ya no quedaban soldados vivos.
“Las mujeres han sido uno de los mayores sostenes de la cultura paraguaya empezando por la época de los guaraníes, porque a diferencia de otros lugares en el Paraguay se da un mestizaje, y ya esos hijos mestizos tienen una posición diferente a los hijos mestizos de otros países latinoamericanos”, sostiene Zulma refiriéndose a los cimientos de la resistencia de género.
“La mujer fue la que transmitió la lengua, la que la mantiene a pesar de la colonización y las imposiciones del poder y la iglesia. Durante la guerra de la Triple Alianza murió la mayoría de la población masculina, y las mujeres fueron las que quedaron, las que recrearon al Paraguay. Fue sobre sus espaldas que se levantó Paraguay y creo que a partir de allí podemos hablar de una mujer muy diferente. No había hombres, era una sociedad de mujeres, es tan sencillo como eso”, afirma Zulma Romero.
Paraguay aqui y ahora
“... ella, que morirá sin conocer la sonrisa/ del amor, de su fluir radiante/ en los años sombríos de su vida en la tierra”, concluye el poema de Elvio Romero, quien seguramente no imaginó que años después muchas mujeres de su tierra seguirían siendo víctimas de maltrato y esclavitud en otras tierras.
“Hay temas que preocupan en Paraguay, por ejemplo el de la trata, la emigración a España por trabajo en el tiempo del furor del euro produjo mucha ruptura de familias, una cosa es venir a trabajar aquí y viajar cada tanto al Paraguay, pero de España a Paraguay eso no es posible. Y bueno, muchas veces las chicas jóvenes son engañadas, viajan a partir de promesas y terminan en la prostitución y en la esclavitud. Se lucha mucho contra esto y tenemos en la enorme comunidad paraguaya, alrededor de un millón de personas que viven en la Argentina, redes de solidaridad muy fuertes para proteger a quienes deciden dejar su país en busca de mejores condiciones.”
La librería es frecuentada por jóvenes que saben leer el guaraní porque lo estudiaron en la escuela en su país de origen, pero aquí no encontraban nada en su idioma. Dos ciudadanas paraguayas, Adela Rodríguez e Iris Moray, comentaron a Las/12, mientras compraban cuentos para niños en guaraní, que “es muy importante poder mantener el contacto con nuestras raíces y la librería es fundamental para nuestra comunidad”.
El diccionario guaraní-castellano; avañe’e/karaiñe’e, de Félix de Guarania, es uno de los títulos más buscados; lo mismo ocurre con las obras de la guaranióloga Susy Delgado. Vagos sin tierra, de Renee Ferrer; Poesía reunida, de Carmen Soler; Aldea de penitentes, de Pepa Kostianovsky; obras de Amanda Pedrozo; la biografía de Madame Lynch, compañera de vida y lucha de Francisco Solano López, de Concepción de Chávez, son algunos de los libros más solicitados en Medrano 123, a metros de Av. Rivadavia. Hay quienes dicen que llegando a la esquina es posible escuchar la voz del alma feliz de Elvio Romero, tarareando su “Cielito del Paraguay”. ¤
Librería “Cerro Corá”, Medrano 123.
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