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Un domingo mi amiga Carola Abousleiman (@carolabs) me preguntó, a través de la red social Twitter, cómo me iba con el tema del fiftyfifty. Con esa humorada me recordaba uno de los temas que nos preocupan sobre las cuestiones de género y los derechos políticos de las mujeres. Sobrevinieron las coincidencias que había tenido cuando fui legisladora porteña con otra diputada como Diana Maffía (@dianamaffia), con quien entendíamos que es un tema que debe trabajarse de un modo abiertamente transversal.

Proponíamos –y lo seguimos haciendo– legislar sobre la participación política con criterios de equidad. Por ejemplo, para que las mujeres podamos acceder al 50 por ciento de las candidaturas a legisladores/as al oficializarse una lista electoral en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Esta modalidad ya se dio con las candidaturas a las autoridades comunales, en la primera elección de comunas que se realizó en la Ciudad de Buenos Aires, el último 10 de julio. El logro de acceder a la mitad de las candidaturas fue posible gracias al entusiasmo y a la militancia de muchas mujeres cuando se votó la Ley de Comunas.

Además, el año pasado en la Legislatura porteña, con un grupo de trabajo parlamentario integrado por asesores/as del bloque Proyecto Sur, sobre temas de la llamada “reforma política”, acordamos impulsar un proyecto de ley al respecto. Por eso, gracias al compromiso de la legisladora María América González y a varios legisladores varones, como Julio Raffo, Fabio Basteiro y Rafael Gentili, avanzamos con un proyecto, que fue presentado en marzo del 2011 y que hoy tiene estado parlamentario: la iniciativa propone la participación equivalente de géneros.

Mi amiga Carola me preguntaba, hace unos días, por Twitter, por estas preocupaciones compartidas, porque mujeres como nosotras nos pasamos la vida pensando y debatiendo estos temas, igual que muchas mujeres, tal vez la mayoría. A los pocos minutos de esa primera pregunta y de mi respuesta por el mismo medio yo ya me burlaba de su audacia twittera porque fue tan rápida –como muchas de las mujeres que al menos yo conozco–, que mientras tomaba café y se comunicaba conmigo ya había inventado el hashtag #cupo50. La consigna es modesta en su estilo pero segura de sus finalidades y, por ahora, entretenida y enriquecedora.

El #cupo50 es una etiqueta, una manera ingeniosa que encontramos para intercambiar ideas e información útil, nada menos que sobre cómo garantizar mejor nuestros derechos políticos y ejercer el derecho a ser elegidas. Es lo que queremos: legislar mejor. A veinte años de la implementación nacional del cupo femenino (Ley 24.012) muchas mujeres queremos ir por más. Y a la luz de este nuevo siglo reclamamos nuestra justa mitad.

Somos más de la mitad de la población de la Argentina. Somos más de la mitad del padrón electoral. Los derechos políticos de las mujeres en la Argentina, y en nuestra Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no se satisfacen con otro número que no exprese la igualdad. Por eso, queremos el cincuenta por ciento de las candidaturas para nosotras, las mujeres, que somos mayoría.

Ni más ni menos, con o sin twitter, podes sumarte a las y los que vamos transversalmente pero convencidas/os por el #cupo50.

* Diputada nacional y legisladora porteña mandato cumplido Más información: twitter: #cupo50 o @walsh_patricia