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La mujer que oficia de anfitriona en Como pez frente al anzuelo nos explica recién comenzado el espectáculo: “Quien más, quien menos, todos hemos ido de pesca al vasto océano del amor. Siempre con intenciones de tener un gran resultado, pero al final conformándonos con pescar, a lo sumo, un cornalito. ¿Bagres? ¡Claro! Siempre debe constar alguno en el haber del hábil pescador. Y cabe recordar que ciertos tiburones nos desgarraron el músculo que más duele: el corazón. Y es entonces que, como de pescador, pasamos a ser la otra parte de este vínculo casi deportivo, y nos sentimos como pez frente al anzuelo. La carnada suele ser irresistiblemente tentadora vista desde las profundidades de las aguas del enamoramiento, y aunque sabemos que nada bueno puede traernos este pique, insistimos en caer una y otra vez en la misma red”.

El espectáculo dirigido por Julieta Petruchi e interpretado por Dolores Ocampo se presenta como una comedia unipersonal musical con banda en vivo. Como pez frente al anzuelo, que tiene la dirección musical a cargo de Hernán Crespo y lo acompañan los músicos Luis Campos, Hernán Medina y Lautaro Matute, nos deleita con sus canciones que se entraman a una dramaturgia en la que una mujer cuenta al público sobre sus desencuentros amorosos, sus kilos de más y cómo ser mujer y no naufragar en la soledad. Pero como la fauna del océano es variada se topa con vagos, inmaduros, manipuladores, snobs sibaritas, perversos envenenadores de animalitos u hombres casi perfectos que se van siempre con otra.

La directora explica que el espectáculo está trabajado con elementos del café concert y la comedia que sirven para narrar la historia de esta mujer. Ella va en busca de un amor buscando de manera activa. No se sienta a esperar. Y en esa búsqueda se va encontrando con todo tipo de relaciones: “hombres que le exigen ser algo que no es, otros que la aceptan como es, pero no aportan nada a la relación, algunos que parecen divertidos pero la ponen en riesgo. Lo interesante es que de todas las supuestas relaciones fallidas ella aprende algo”.

En varios de los espectáculos donde Dolores Ocampo participó se podía ver que el canto se introducía de alguna manera en sus personajes. Así pudo vérsela en Lisboa, de Mariela Asensio, donde al calor del fado llegaba al alma de estos personajes melancólicos y perdidos. Como pez frente al anzuelo surge de la necesidad de la actriz de realizar un espectáculo donde ahora el eje principal fueran las canciones: “Aproveché una etapa personal muy especial de mi vida, estaba embarazada y con mucho tiempo libre, y luego intenté pensar en un hilo conductor para cada una de las canciones seleccionadas. No fue cosa fácil porque las canciones eran bastante diferentes entre sí, así fue como nació el texto. Luego empezó el proceso de ensayos con Julieta Petruchi, y se sumó Hernán Crespo como director musical.

Los temas fueron seleccionados para contar determinadas necesidades que atraviesa esta mujer, pero también para la composición se observa la necesidad de la variedad de distintos géneros latinoamericanos. El chamamé “Chipá”, el tango “Gorda”, el rock “Tratado de impaciencia”, el bolero “Rata inmunda”, el vals tradicional mexicano “La llorona” o la balada “El hombre perfecto”. De los temas originales de Hernán Crespo se escuchan el mambo “Tengo que encontrarlo” o la canción en ritmo hindú “Zuziozen”, que según la directora Julieta Petruchi dice que “está dedicada a un hombre espiritual, que acepta a nuestra protagonista como es, sin exigencias con respecto a su cuerpo, pero que le invade la casa y se aprovecha de ella económicamente”. Al final lo condena en la canción al sonar de: “Decís ser un tipo sano / preferís lo natural / El jabón no te hace daño / por favor dúchate ya”.

Funciones: domingos, 18 hs. Elkafka. Lambaré 866. Entradas: $ 50. 4862-5439