MODA
Siempre negro
Uno de los desvelos de Modesto Lomba, presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España, es la exposición que inaugurará el museo específico en febrero del próximo año: un recorrido por el negro, desde los vestidos de Goya en adelante. Es que ese color, que nunca desaparece, “es la sombra perfecta para ilustrar las cosas tremendas de este mundo”.
Por Victoria Lescano
Con sólo observar cómo se viste la gente se puede hacer un recorrido por la historia de un país y analizar sus movimientos económicos y sociales, la moda activa la economía y una serie de sectores a su alrededor”, dispara el diseñador Modesto Lomba, quien además de fundar Devota y Lomba, una marca famosa por siluetas despojadas e influencias arquitectónicas y un sello opuesto a los excesos cromáticos de la movida española, es el actual presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España. Pasó por Buenos Aires en plan vacaciones, visitó los departamentos de vestuario del Teatro Colón y se fascinó con la arquitectura de Buenos Aires –elogió los paliers de los edificios y la Torre Fantasma de la Boca– y también viajó al Litoral, tierra de Luis Devota, el arquitecto argentino que fue su socio y murió en 1995.
Dice Modesto sobre su participación en gestiones culturales vinculadas con la moda y los cruces entre moda y política: “Nuestro desvelo actual es la próxima apertura del Museo de la Moda –aunque su nombre aún es tema de debate, será el consejo de gobierno quien decidirá si se le agrega además indumentaria. Va a funcionar en Moncloa, en el antiguo museo de arte contemporáneo que luego fue Museo de Antropología. Es un edificio de los ’70 con la particularidad de que se construyó especialmente para un museo y ahora se están haciendo readaptaciones de los espacios interiores. Inaugura en febrero y además de la colección permanente con los fondos históricos del museo –incluirá piezas del siglo 18 y un recorrido por varios diseñadores de la moda española– tendremos la suerte de poder abrir con una supermuestra del zapatero Manolo Blanhik. Los integrantes de la asociación somos asesores del museo, habrá un comité dedicado a cuidar futuros proyectos, un equipo de expertos en conservación, al punto de que la muestra permanente nunca será permanente porque para que la ropa se conserve bien tiene que ser guardada en determinadas condiciones ambientales. Está en los planes hacer una muestra que considero aún no se ha hecho y es una expo sobre el negro en la historia de la moda española, partiendo de los trajes negros de Goya”.
Moda y mercado
“Devota y Lomba es un equipo de diseño, nosotros tenemos sólo una tienda y no producimos nada, hacemos contratos de licencia con diferentes fábricas porque sabemos crear concepto y producto pero consideramos que al desarrollo comercial lo tienen que hacer profesionales del sector capacitados para ubicarlos en el mercado. De la misma manera en que con Luis fuimos pioneros en incursionar en vestidos para novia desde el diseño y usamos clásicos organdíes, algodón suizo, raso de seda con formas insólitas para vestidos de novia. Ahora, a mi regreso a Madrid voy a incursionar en un área para mí desconocida, haremos vestidos de comunión. Y por supuesto serán la antítesis de los tradicionales y muy despojados. También tenemos ropa de niños, gafas, bolsos, sábanas y toallas y el próximo lanzamiento será un perfume cítrico con packaging que incluye un dedal desarrollado por Puig, un grupo de la moda dueño de Paco Rabanne (Lomba comenta entre risas: Paco suele decirme ‘sólo soy un empleado de la familia Puig muy bien pagado, por cierto, aunque al 15 de cada mes ya me haya gastado todo el dinero’) y también de Carolina Herrera.”
Mientras no disimula su postura crítica a la moda española de los ochenta, sitúa los cambios en la industria en los noventa. “Fueron un momento casi de reciclaje, la cosmética empieza a fijarse en los diseñadores españoles y en sacar perfumes, los Puig fueron precursores. El ejemplo que mejor ilustra que el diseño español vende es el proyecto Agatha Ruiz de la Prada, quien tiene 45 licencias y hace hasta tapadera para el water –léase fundas de inodoro–. Porque aunque en los ’80 el gobierno de Felipe González lanzó una campaña tomando como referente el made in Italy de los ’70, los españoles sólo hicimos la figuración de la comunicación y una gran campaña de publicidad. Mientras que la industria italiana sí respondió a ese boom, el slogan hecho en España de ese momento fue un pequeño fracaso porque no hubo una reactivación real.”
Croquis y pasarelas
“Nuestras colecciones no tienen un tema, preferimos investigar en ideas de volumen, la premisa es crear un volumen alrededor de la mujer, siempre desde una visión arquitectónica, al punto de que nuestros moldes son concebidos a modo de croquis de planta. Pensamos en mujeres distinguidas que no dependen exclusivamente de la mirada masculina. Adhiero a un respeto absoluto del cuerpo de la mujer, busco enriquecerlo y formar un volumen dentro de lo que ya está concebido, sin olvidar que la mujer actual está casi desprovista de formas y las siluetas son más largas y estilizadas.
Concibo a la pasarela como un lugar de expresión y no de venta, hay gente que apuesta a simples muestrarios, yo prefiero enfatizar en los colores, la iluminación o la música, me interesa más que alguien me diga me he emocionado o me ha horripilado a que un vestido le ha gustado mucho.”
Vale mencionar que su militancia en moda se disparó cuando, disconforme con la ausencia de criterio en la selección de participantes de la Cibeles junto a otros cinco diseñadores, hizo una pequeña semana de moda independiente usando como pasarela un cine de la Gran Vía.
Dice también Modesto Lomba sobre los últimos dictados de tendencias: “Nuestro invierno 2003 combinó lanas, sedas y mezclas interesantes que mandamos a desarrollar en pos del volumen, el verano que vamos a presentar (2004) tendrá mucho color, usamos mucho amarillo casi limón y verdes, resultó una paleta muy ácida. También incluye al negro que nunca desaparece, tal vez porque da esa sombra perfecta para ilustrar cosas tremendas que pasan en el mundo como las guerras. Destaco que las faldas se acortaron y es muy contradictorio, lo lógico sería que después de una gran crisis se alarguen en señal de tristeza”.