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Antes de desechar estos humildes consejos piense en esa amiga cachonda que tal vez exija una despedida de soltera, en las noches de ocio sin consuelo a la vista, en esas cenas de brujas que de vez en vez requieren ser remozadas o adornadas con una pizca de humor kitsch o directamente obsceno. ¿Por qué no, entonces, hundirse en esos avisos clasificados de abreviaturas incomprensibles y buscar un muchacho que con sus encantos distraiga las fatigadas mentes de las mujeres trabajadoras? Es una posibilidad sana, siempre y cuando no olvide usted algunos detalles. A saber:
1. No se guíe por el precio. Puede ser tentador ahorrarse 20 o 30 pesos, es verdad, pero, como dice el dicho, lo barato cuesta caro. Esos pesitos de menos que usted desembolse pueden volver convertidos en kilos de más en la zona abdominal del objeto de deseo, cuando no en sus partes traseras, que, como sabemos, todo striper debe saber bambolear como si no le pesaran ni un gramo.
2. Extienda la conversación telefónica. Así usted tendrá datos extra que pueden aguar cualquier fiesta. Aunque no se lo quiera para hablar, no conviene que el señor de marras se trague las eses, ni diga mamita demasiado seguido, mucho menos papito.
3. Pida referencias. Ya sabemos que los anabólicos consumidos sin límite por algunos cultores del gimnasio devienen en agresividad, descuartizamientos y robos varios. Es preferible que la magia se empañe hablando con la mamá del señor o con el jefe de su trabajo de día que ser desvalijada.
4. Asegúrese una buena provisión de champagne y/o bebida espirituosa. En cantidades suficientes como para soportar la bombachita de lentejuelas sobre las partes pudendas, la canción de Joe Cocker puesta por enésima vez en el momento cúlmine y el trencito al que algunos suelen obligar a las espectadoras.
5. No le pida que cabecee. Ya sabemos, el streaper es sólo eso, un señor que se desviste mientras baila, para servicios extra hay que buscar en otros rubros. Aunque se trata de alimentar la fantasía, deseche de inmediato ésa en la que el muchacho se enamora perdidamente de usted y abandona su oficio.
Por lo demás, déjese llevar y selle sus labios en adelante, no queda bien en ningún currículum la línea que habla sobre la habilidad para contratar streapers.