Cuando de aficiones, vocaciones, devociones se trata, la edad no entra en la ecuación. Porque, más allá del horizonte (de los años), si la voluntad quiere, la voluntad puede. Así lo manifiesta el escuadrón de porristas más sorprendente de Estados Unidos: las Sun City Poms, ágiles representantes de la ciudad Sun City, en Arizona. Inaugurada en 1959 como metrópoli para el retiro, con una comunidad de 38.500 ciudadanos y una edad promedio de 72,4 años, a la localidad cercana a Phoenix suele llamársela “el paraíso de los jubilados” y sirve de hogar para más de 100 personas mayores de 100, tamaño record mundial. De allí que, para arengar el sueño americano de la tercera edad, estén ellas, las cheerleaders, listas para entregarse al baile y la coreografía, sin soltar los pompones.

Formado en 1979 con el fin último de contagiar el espíritu deportivo durante los partidos del equipo de sóftbol local, el grupillo está compuesto hoy por 12 elásticas damas que cumplen todos los requisitos: tener más de 55, batir porra, insertar alegría, estar dispuestas a la acrobacia. Lideradas por Pat Weber, de 81, las Sun City Poms hacen más de 50 shows anuales y, como deportistas totales, exudan orgullo y energía, visten lentejuelas, satén y flecos, patean al aire, lanzan los brazos al cielo. En esas tradicionales poses las capturó recientemente el fotógrafo Todd Anthony, con base en Inglaterra, para una serie rica en colores, de cualidad surrealista, soñada, donde las señoras hacen lo que mejor saben: animar al mundo a base de música, baile y gimnasia.