Más de la mitad de los llamados al Sistema Unico de Atención Telefónica del Ministerio de Salud de la Nación son realizados por mujeres y el 40 por ciento de las consultas son efectuadas por personas que tienen entre 20 y 39 años. El informe “Análisis desde una perspectiva de género”, de diciembre del 2013, realizado por el área salud y derechos del Consejo Nacional de las Mujeres –cuya responsable es Paula Ferro–, muestra que la mayor cantidad de jóvenes de 15 y 19 años que marcan un teléfono lo hacen para averiguar sobre anticonceptivos. Y ocho de cada diez mujeres declaró usar un método para prevenir embarazos no buscados. Pero también aprovecharon la línea gratuita para consultar sobre ligaduras tubarias (11 por ciento), concepción (8 por ciento) e interrupción del embarazo (6 por ciento).

Las preguntas muestran cómo continúan algunos mitos (“¿Puede haber embarazo sin penetración?”, interrogó una chica de 15 años de Río Negro), pero también cómo se pueden necesitar precisiones ante situaciones complejas (“Me puse la inyección anticonceptiva por primera vez y a los tres días tuve relaciones sexuales sin cuidarme, después tomé la pastilla del día después sin cuidarme, ¿habrá sido efectiva?”, consultó una joven porteña de entre 15 y 19 años). Una cordobesa de 36 años relató: “Me quiero hacer la ligadura de trompas, hace ocho años que me la quise hacer y no me la hicieron porque me dijeron que era muy joven y además que necesitaba la autorización de mi marido”. Con la nueva norma ya no podrían negarle el derecho. Aunque también hay pedidos de auxilio para poder abortar. Una mujer de Córdoba dejó en claro: “Tengo un mes de embarazo. Tuve que tener relaciones porque si no me pegaban, es decir que yo lo considero como si hubiese sido una violación: si me decís que el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable me llama yo me quedo más tranquila: tengo miedo de ir al hospital sola”.