Viernes, 24 de enero de 2014 | Hoy
COSAS VEDERES
Se renueva la esperanza: el juego sensación The Last of Us tendrá precuela a partir de febrero y, oh locura, la acción no se centrará en hombres musculosos de armas tomar sino en dos valientes y piolas jovencitas.
Por Guadalupe Treibel
Naughty Dog, el estudio desarrollista a cargo del exitoso videojuego The Last of Us, confirmó que el 14 de febrero –Día de los Enamorados– saldrá un bonus track o extensión de la historia post-apocalíptica que flechó a usuarios a lo largo y ancho. Así, con el título Left Behind y en venta en formato digital, la firma hará lo impensado (para este –tantas veces denunciado– universo cultural misógino): lanzar una ampliación del game centrada en su protagonista femenina –una adolescente llamada Ellie– y su mejor amiga Riley, otra niñata. Dos teens que, lejos de ser parodiadas o recibir atención argumental parcial, serán principales personajes contra zombis de todo tipo en esta precuela que expande el mundillo iniciado el pasado junio. “Un pequeño paso para el juego, un gran paso para la igualdad”, titularon medios feministas al respecto de la novedad.
Con todo, y por si las moscas, una breve introducción al tema... Las/os entendidas/os sabrán que durante el año recientemente finiquitado el mundo gamer tuvo un favorito muy laureado: para uso exclusivo en consolas Playstation 3, The Last of Us (en castellano, El último de nosotros) fue, sin lugar a dudas, la sensación de 2013. Con el viento a favor de las historias de muertos vivos (The Walking Dead, Guerra Mundial Z o Mi novio es un zombi son un pequeño manojo de los sobrados ejemplos), no es de extrañar que un juego que presenta un escenario barbáricamente derruido, con población diezmada, plaga a flor de piel, sobrevivientes dándose duro con tal de hacerse de comida y armas, haya tenido tremenda aceptación.
Si a la batidora se le suma música especialmente compuesta por Gustavo Santaolalla, una Ellen Page enojada (denuncia que Ellie le copió el lookete), un personaje homosexual no estereotipado –Bill– aplaudido por la Gay & Lesbian Alliance Against Defamation (Glaad), rumores de versión cinematográfica, cantidad de premios y 1,3 millón de copias vendidas sólo durante la primera semana, entre otras misceláneas, las razones indican que (casi) nadie quedó indiferente al desarrollo. De todas formas, nobleza obliga: no todo ha sido un lecho de rosas para The Last of Us, y es posible que su primer DLC (contenido extra) llegue para resarcir una petite controversia. Hete aquí el asunto...
Si bien Ellie es una pieza clave en el (primer) juego, distintas voces reclaman que su protagonismo a la hora de los bifes es apenas secundario. Rezan las quejas que su contrafigura, el “admirablemente complejo” machazo Joel, le quita el spotlight al convertirse en su salvador inmediato, transformando a la jovencita en una damisela en apuros, remanido cliché al que señoras y señoritas han tenido que acostumbrarse en el planeta videojuegos. Salvo unas pocas excepciones, el/ jugador/a deberá pasar etapas y niveles interpretando a Joel, teniendo la opción de ponerse en la piel de la teen en contadas ocasiones.
“The Last of Us aspira a contar la relación entre un hombre y una niña de 14 años que tratan de sobrevivir en una opresiva y mortal tierra de nadie. Casi en todo momento, sin embargo, la historia se centra en él... La resistencia a que el jugador controle o habite a Ellie durante la mayor porción de la acción, la arroja a un papel subordinado. Otro videogame hecho por hombres, para hombres, sobre hombres”, descargó una crítica de The New York Times al momento de su debut.
Ni lenta ni perezosa, fue una de las desarrolladoras del juego quien salió a responder los comentarios de denuncia y, en las propias páginas de The New York Times, hizo su descargo en las últimas semanas. Las palabras de Alexandria Neonakis, de Naughty Dog, fueron las siguientes: “Ellie es poderosa todo el tiempo, y eso poco tiene que ver con sostener un arma o tener una habilidad física. En una industria donde las mujeres son representadas como muchachas en aprietos o personajes masculinos en cuerpos femeninos, éste es un triunfo. Además, es un personaje perfectamente jugable. No es una coincidencia que los momentos en los que se puede interpretar a Ellie sean los más relevantes y de mayor impacto de todo el juego”. ¿Más? Ok: “Su travesía de necesitar ayuda a ser perfectamente capaz por cuenta propia es clara en la relación que desarrolla con Joel. Este no es un juego para hombres. Es un vínculo mutuo, de mutua necesidad, que aspira a la igualdad de género en el mundo digital”.
Hay que decirlo: medios como el sitio geek feminista The Mary Sue le dan la razón. Hay que decirlo (dos): el mero hecho de que la tapa esté graficada con la chica de 14 ya fue tremenda revolución –y avance– en la granja. Porque, a saber: los desarrollistas de videojuegos asumen la (errónea) premisa de que si hay una dama/damita al frente y no un tipo rudo, las ventas caerán –o simplemente jamás tomarán vuelo–. De buenas a primeras, ese prejuicio quedó descartado gracias a The Last of Us. Y se augura que con la precuela Left Behind centrándose en la teen y su BFF, la compañía seguirá derribando mitos y achicando la brecha que separa a las mujeres de las consolas. Brecha que, vale decir, es enorme. Como Las12 informó en su momento, un estudio realizado el año pasado, donde se analizaron 700 desarrollos, arrojaba resultados demoledeores: del total, sólo 24 tenían protagonistas mujeres y menos de 300 la opción de personajes femeninos. El saldo, negativísimo.
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