La artista ucraniana Nastya Nudnik, con sede en Kiev, apenas necesitó dar renovado uso a las irritantes ventanas pop-up, a las notificaciones de Facebook y Twitter y a los tristemente célebres emoticones de las redes sociales para armar obra de arte. O más bien para actualizar obra de arte. Titulada Emoji Nation, su serie de imágenes –viral, dicho sea de paso– es un simple mash-up de pinturas clásicas, intervenidas con los símbolos de la era internetiana. Y no arbitrariamente: cada palabrita o icono que aparece sobre piezas de Miguel Angel, Hopper, Magritte o Caravaggio rejuvenece simpáticamente su sentido, ofrece nuevas capas o sencillamente da época a lo que muchos definirían como “atemporal”.

Lista entonces para entretener (y, por qué no, pasar mensaje), la colección incluye una alerta que avisa “Dios no fue encontrado. Por favor chequea el nombre e intenta nuevamente”, “El cielo no está disponible. Acceso denegado” o “Cero amigos”, tutti perfectamente ubicado en cuadros que reciben la preseteada ecuación. ¿Será que la virtualidad terminará por copar todo? Y si hay un cielo, ¿habilita el uso de Candy Crush? Dudas lógicas que despiertan los creativos e insurrectos trabajos de Nastya.