[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Como complemento de un reciente debate celebrado en el Design Museum de Londres, la publicación de moda y arte Another Mag trazó un arbitrario rescate de logos de firmas de moda, sus historias y creadores. El listado admite al mítico logo de Yves Saint-Laurent que el pintor y diseñador de tipografías ucraniano Adolphe Jean Marie Mouron, más conocido por el apodo Cassandre, ideó en 1961, en el apogeo de la firma, cuando Pierre Bergé, la pareja de Yves, se erigió en socio y representante comercial y logró negociar una cifra millonaria como indemnización, luego de que Yves fuese despedido de la firma Dior (para más precisiones remitirse a Saint Laurent, de Bertrand Bonello, la nueva y polémica biopic que se suma a la filmografía representada por Yves Saint-Laurent, le temps retrouvé e Yves Saint-Laurent, 5 avenue Marceau 75116 Paris). Cassandre estudió Bellas Artes en París y luego de trabajar en una imprenta comenzó a diseñar tipografías en negrita: Nifuer, Sans Serif, Acier Noir y una tipografía multipropósito llamada Peigot son algunas de sus creaciones. Con acentuadas influencias del cubismo, tuvo su propio atelier de comunicación y diseño, llamado Alianza Gráfica, del que surgieron innumerables posters para empresas navieras y de diversos medios de transporte (Pivolo, L’Etoile du Nord, Nord Express) así como también portadas para la revista Harper’s Bazaar. En 1925, su poster de una firma de muebles resultó premiado en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París. Durante la Segunda Guerra Mundial, debió luchar contra los alemanes y al regreso del frente de batalla los clientes de su agencia se habían esfumado, de ahí que pasó a idear puesta en escena y vestuarios para teatro: hizo dibujos para la ópera de París y de Montecarlo. En 1948 se radicó en Italia y retomó el diseño gráfico: continuó con portadas de discos y caracteres para Olivetti, pero en 1968, Cassandre se suicidó. Un libro escrito por su hijo y publicado por la editorial Rizzoli compila sus trabajos y ahonda en su biografía. Volviendo a uno de sus iconos del diseño, el logo YSL aludió a las iniciales del diseñador francés trazadas en tintes negros o en dorados, que durante cuarenta años cimentó el nuevo imperio de la moda. Cuando, en marzo de 2012, el diseñador belga Hedi Slimane anunció que el nombre y el logo de la firma mutarían a Saint-Laurent, a secas, los devotos de la historia de la firma alzaron sus voces. El logo ya había experimentado un cambio circa 1966, cuando Saint-Laurent lanzó “Saint-Laurent Rive Gauche” valiéndose de un logo dorado y rosa que él mismo diseñó junto con el diseñador de perfumes Pierre Dinand.

Otro de los logos más influyentes en la estética de siglo XXI remiten al de Céline ideado por Peter Miles en 1998, y por encargo de la diseñadora Phoebe Philo, quien fue responsable de remozar la casa francesa fundada en 1945 por la pareja compuesta por Richard y Céline Vipian. Los primeros diseños de la firma habían sido zapatos a medida para niños y el logo de tales realizaciones remitieron a un elefante rojo ideado por Raymond Peynet. Las premisas de la diseñadora Phoebe Philo (quien debutó en Chloé y como asistente de su amiga Stella McCartney) para con el director de arte aludieron a enfatizar el minimalismo que predicaban también sus colecciones de moda. Miles contó que la diseñadora participó de cada instancia del rediseño. La historia de la firma sitúa el paso de los zapatos a medida a ropa de elegante sport femenina en 1967 cuyas etiquetas ostentaron, junto al nombre, un pequeño caballo; así como luego lucieron dos letras C muy delgadas. Los cambios continuaron, en 2005; por entonces el experto en tipografías Hannes Famira recibió un encargo del director de arte Miles para desarrollar una nueva tipografía como insignia de la marca. El resultado se basó en una tipografía llamada Semplicitá, original de 1931 y de procedencia italiana, cuyas remakes continuaron hasta 2010. En la actualidad, la remera Céline y su tipografía representan un clásico similar al logo Chanel: existen cientos de blogs y de videos amateurs con instrucciones para hacer tu propia remera con estampa Céline; así como en la presentación de la colección Resort 2012 surgió una remera con el logo pintado a mano que popularizó la cantante Rihanna, las copias y los homenajes continuaron.

Yohji Yamamoto y Comme Des Garçons ilustran los casos más influyentes de la moda japonesa: “Sueño con hacer una prenda que sintetice la idea del abrigo primitivo, ese que te cobija y está despojado de las tendencias”, sentenció Yohji Yamamoto en un fragmento de la Notas sobre vestimentas y ciudades, el film de Wim Wenders que lo tiene como protagonista absoluto. De ahí que no resulta caprichoso que el logo de su marca, lejos de los artilugios y las estrategias de un estudio de diseño, aluda a los trazos en tinta negra de su firma, fechada en 1988. Cuentan que también fue trazada con tiza y marcó la apertura de primera tienda de Tokio. Mientras que la creadora Rei Kawakubo decidió modificar el emblema de su marca. en 2002, con un nuevo logo icónico diseñado por el artista Polaco Filip Pagowski. Los diálogos entre Rei y el artista polaco llevaron más de veinte años: él la contactó a fines de 1980 con una propuesta de performance para un desfile que no emocionó a Rei y luego recurrió a la estrategia de presentarse a los castings, tal como si fuera un modelo. Finalmente logró presentarle ese boceto que resume el abordaje más democrático de la firma de Rei y se reproduce en remeras, perfumes y latas de bebidas cola.

Otro ejemplo de logo revolucionado lo representa el diseño del rock star del diseño gráfico Peter Saville para la firma Lacoste, fechado en 2013 y que celebró los ochenta años de la firma. El emblema del cocodrilo, según Saville –creador de portadas para New Order y para Pulp e infinitas bandas de rock– devino en trazos mínimos de ochenta variaciones sobre ese reptil, al que con sentido común, Saville apodó crazy crocodiles.