“El trabajo fotográfico de Rebecca Drolen explora narrativas construidas, utilizando el elemento de verdad que conlleva la imagen para imaginar y validar escenas francamente imposibles”, resume la Universidad de Belmont, en Nashville, sobre la joven artista que, además de trabajar en sus premisas, ha expuesto obra en galerías de Estados Unidos e incluso Japón. Sin embargo, sólo recientemente la muchacha ha tomado la viralidad por las astas gracias a su serie Hair Pieces, un compendio de piezas de inspiración surrealista (¿Meret Oppenheim quizás..?) donde la muchacha se embarca en el siempre controvertido tema de la melena, pelambre, pelito, pelazo... “Estoy interesada en la línea que separa lo bello de lo grotesco en nuestro vínculo con el cabello; intrigada por las reglas que guían el ideario propio y la imagen propia en relación con las trenzas de cada una”, introduce sobre la propia motivación. ¿Qué sería? Sin repetir y sin soplar: “La inconstancia que tiene la mayoría con el pelo del cuerpo”.

Así, incorporando postizos a lugares improbables, permitiéndoles apoderarse de espacios cotidianos, situaciones de la vida real, y renacer como cortinados, corbatines o agua desbordante de bañera, las ensoñaciones de Drolen acaso subrayan una contrariedad: “En nuestra cultura, el pelo es hermoso y, a la vez, repulsivo. La frágil influencia del contexto es su única distinción. Mientras una melena larga es símbolo de supuesta feminidad y preciosura, tan pronto como se retira o corta pasa a ser un objeto vergonzoso, desagradable y extraño. Del mismo modo existe la noción de que nunca hay suficiente pelo donde queremos y siempre sobra donde no lo deseamos”. Con todo, “su presencia sobrevive incluso al cuerpo y desafía a la muerte y a la decadencia”. Voilà, entonces, sus juegos visuales y su crítica social, entendidos por voces especializadas como “una versión moderna de la fotografía feminista de los años ’60”, que “eleva lo mundano a lo trascendental”. Siempre en blanco y negro, con toques vintage y mucho, mucho filamento cilíndrico, sutil, de naturaleza córnea.