Tres de cada diez argentinos quieren que las mujeres amamanten, pero en privado. A pesar que los discursos médicos y públicos se deshacen en elogios hacia la lactancia materna, un tercio de los consultados en la primera encuesta sobre lactancia materna a nivel nacional quiere que las mujeres se escondan para dar el pecho a sus hijos e hijas porque ellos no se sienten cómodos cuando las madres amamantan en un shopping o una parada de colectivo.

Las tetas erotizadas o siliconadas de las modelos traspasan la pantalla como deber ser. Pero cuando una teta real se desabrocha la camisa o se sube la remera para calmar el llanto de su bebé o dar de comer en la calle una gran parte de la sociedad censura, mira con desagrado o irradia prejuicios hacia las mujeres que no quieren quedarse recluidas durante los seis meses de lactancia exclusiva y los dos años de lactancia opcional que propone la Organización Mundial de la Salud (OMS)

La encuesta la realizó Voices! para Liga de la Leche Argentina y es presentada en la Semana de la Lactancia Materna. El sondeo revela que la lactancia materna tiene buena prensa, ya que el 95 por ciento de las y los consultados/as cree que es importante promoverla. Pero sólo el 4 por ciento sabe que la OMS recomienda amamantar a niños y niñas veinticuatro meses. Por eso, el 40 por ciento de la gente califica de inapropiado dar la teta a chicos y chicas que ya caminan. Otro dato interesante es que en la Ciudad de Buenos Aires hay más resistencia que en el conurbano y el resto de las provincias a la lactancia materna. También la mitad de la ciudadanía cuestiona que la licencia por maternidad actual no es suficiente para garantizar el derecho de madres y bebés al amamantamiento y que se necesita más tiempo para los primeros meses de crianza.