INUTILíSIMO
Artesanías caseras al pie
Ningún regalo ha de ser más apreciado por nuestros seres queridos que aquel que fue hecho con nuestras propias manos, con amor, entusiasmo y creatividad. Desde luego, no les vamos a proponer ideas complicadas porque el tiempo apremia y también hay que dedicarse a poner la casa en condiciones impecables, repasar vajilla y mantelería, preparar concienzudamente el menú de Navidad. Pero lo verdad es que con lo que hemos ido juntando casi sin querer –restos de puntillas y trencillas, retazos bonitos que siempre nos dio pena tirar, lentejuelas y botones, etc.– y un poco de organización en los horarios, podremos realizar sin costo, y con la alegría de ofrecer obsequios personalizados a parientes y amistades, algunas de las labores que sugiere el manual Quiero aprender a coser (Editorial del Molino, Barcelona, 1971). He aquí algunas incitantes opciones:
Señaladores de fieltro, con forma de torre de castillo, árbol, bozón o la figura alargada que se les ocurra, adornada con trencillas de colores vivos, bordados contrastantes, canutillos y otros brillos.
Almohadón felino, con perfil de gato gordo de color negro, orejas y bigotes amarillos, grandes ojos verdes, relleno de goma-espuma.
Agarradera y guante de cocina, hechos de retazos acolchados, que si son lisos quedarán divinos con aplicaciones de recortes estampados y un ribete para colgar.
Cartera sport, fabricada con cualquier tejido tipo telar, cuadrada o rectangular, con un cordón al tono del largo que se desee que se cose a los lados y se remata con borlas. El cierre puede ser relámpago o de velcro.
Coqueto cinturón, confeccionado con galones fuertes y coloridos, y una hebilla sin púa. Se completará con un bolsillito abotonado.
Mantelitos individuales bordeados de zigzag, con servilletas haciendo juego (también queda bien el mantel rayado o cuadrillé y la servilleta lisa).
Delantal de cocina, clásico, con pechera protectora, en hule, con cintas de algodón para colgar del cuello y atar en la cintura. Aplicar un funcional bolsillo adelante.
Sin duda, una vez que ponga manos a la obra, se le aparecerán otras creaciones: portacosméticos, bolsitos para lápices, portazapatillas, alfileteros, vinchas, portarretratos, posavasos... Regalitos que realizaremos en nuestros ratos libres, que no son muchos, lo consideramos. Por eso estas proposiciones son fáciles, de rápida hechura y le proporcionarán el doble placer de aprovechar, ahorrando materiales en desuso, que –además de los citados retazos– quizás incluya el reciclado de prendas viejas, sábanas y toallas gastadas, pero con zonas utilizables.