DICCIONARIO
Impudor: falta de pudor y de honestidad. Cinismo en defender cosas vituperables.
Si bien en las últimas semanas tuvimos el intenso (aunque no insospechado) placer de asistir a chispeantes instantáneas de las cosas que los cuerpos ofendidos pueden hacer para acompañar la defensa de la moral y las buenas costumbres de unos pocos en nombre del “pudor” de ¿tod@s?, el broche de oro recién apareció este martes. Desplegado en todo su esplendor, el impudor permitió que un proyecto de ley presentado a último momento estuviera a un tris de destrozar el esfuerzo realizado durante un año de debate en torno de la ley de educación sexual para Buenos Aires. “No a las leyes impúdicas”, rezaba (sepan disculpar la redundancia) una bandera sostenida en la Legislatura por personas que creen que el pudor es cerrar los ojos y evitar el acceso a la información, como quien cancela en el mismo movimiento la posibilidad del goce del cuerpo, sin ver que esa oposición autopretendidamente soberana a la educación sexual es, en verdad, el impudor mismo.