Viernes, 29 de julio de 2005 | Hoy
INUTILíSIMO › INUTILÍSIMO
Sea cual fuere el dibujo de los labios, es imprescindible llevarlos siempre perfectamente maquillados, acentuando su forma y combinando el color del rouge con el resto de los afeites y el atuendo. Así lo especifica la Guía para la mujer moderna (Buenos Aires, 1932), que desmiente rotundamente la afirmación de que la pintura adocene en este rasgo femenino tan importante a la hora de definir la personalidad: “El maquillaje moderno es infinitamente más racional que la moda de aparecer neurasténicas y cloróticas, con labios desteñidos, mejillas enfermizas como flores de tuberculosis ostentadas por otras generaciones”. En consecuencia, “la mujercita de hoy trata de parecer bella y sana, no huye del sol y posee ingeniosos recursos para afianzar una glamorosa personalidad, sin abducir de ningún artificio que contribuye a tan noble fin”.
Según la cita guía, que asegura basarse en las descripciones del novelista francés Maurice Dekovra, es muy fácil reconocer el origen étnico de los diversos diseños labiales del mundo: “Los labios vieneses son casi iguales (el superior y el inferior), el surco bajonasal está apenas trazado; los húngaros con voluntariosos y dominadores; los escandinavos se caracterizan por el labio superior más delgado; los eslavos dan una nota de melancolía; los germanos son gruesos y con las comisuras agradablemente aterciopeladas y móviles; los ingleses presentan la forma de tres lindos cotiledones carnosos”. En cuanto a la boca de las norteamericanas (como la representada en la foto), “es poco menos que el arco de Eros: una elipse aplastada y a veces de configuración terca, mientras que los labios españoles se distinguen por su movilidad extrema”. Las bocas de las francesas, más precisamente de las parisinas, están “deliciosamente redondeadas en una curva elegante y, sin ser las más perfectas, son las más agradables”. En los labios italianos, afirma el mencionado escritor, “el músculo orbicular en ellos es firme y el dibujo conforme a los cánones de la belleza clásica”. Querrán saber ustedes, ¿y los sudamericanos?: “Son muy acentuados y dan un aire de autoridad”.
Desde luego, de poco vale la boca más perfectamente pintada si al abrirla el aliento espanta. Para evitar esta situación, la Guía... recomienda hacer buches 3 o 4 veces al día con agua a la que se le añadirá: 5 gramos de salol, 250 de alcohol fino, 0,75 de esencia de baidana, 0,75 de esencia de geranio y 2 de esencia de menta. El bouquet bucal que se obtiene es una delicia.
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