Viernes, 11 de agosto de 2006 | Hoy
INUTILíSIMO
El número 2398 de la revista Para Ti, del 24 de junio de 1968, nos pone en contacto directo con una modelo de 23 años que al parecer mata a los hombres desde los avisos de la televisión. Metafóricamente, claro, al provocarles las siguientes reacciones según el artículo (sin firma): “ojos caníbales, sonrisas desmadejadas, cara de ‘¿y yo por qué no?’ y de frustración no conformista”. Esos son los efectos letales que causa una tal Susana Giménez en la población masculina, mientras que ellas, “las respectivas mujeres”, según se afirma, si no resultara tan caro, romperían las pantallas de los televisores para “aliviar su impotente indignación ejercitando la puntería. Porque nadie tiene derecho a ser tan sexy ¿estamos?”.
Empero, al ser entrevistada por la mencionada publicación, la modelo resulta de una “joven y simpática ingenuidad para vestir, para hablar, para transparentar cada emoción y cada sorpresa espontáneamente”. Susana, por ejemplo, se asombra de que nadie le haya dado un papel de madre (ya ha hecho algunos secundarios en cine): “Sin embargo, tengo una hija de cinco años, Mercedes”. Casada a los 17 y ya divorciada, declara que se decidió a trabajar como modelo para mantener su casa: “No sabía hacer otra cosa. Soy maestra, pero ya se sabe lo que cuesta conseguir un nombramiento”. O sea que, si SG hubiese puesto más empeño en conseguir un empleo como docente, las sonrisas que se habrían desmadejado habrían sido la de los tiernos infantes, en épocas en que ni se conocía la expresión educación sexual.
Lo de convertirse en modelo fue un soplar y hacer botellas: mandó fotos a una productora y en el curso de 1968 está ganando 250 mil pesos por mes (dejamos librada la actualización de ese dinero a lectoras con facilidad para el cálculo, solo les diremos que Para Ti costaba en ese entonces $ 70), y asegura que dejaría la publicidad por la pantalla grande, “si pudiera hacer buen cine, como primera figura”.
Preguntada por sus condiciones de actriz, dice la joven exitosa y excitante: “Creo que nací un poco payaso, me gusta el juego de ser otra. Tal vez me pudiera desenvolver bien en la comedia”. La conclusión de Para Ti es que Susana Giménez –dicho con toda simpatía– “es una sexy irresponsable”, que habla como el estilo publicitario que la identifica, “hace bizquear a los espectadores y enfurece a sus respectivas”, tiene “la inocencia del Topo Gigio”. La revista le concede crédito a su frescura y sinceridad, aunque la próxima vez que “sacuda el ambiente con un subir y bajar de pestañas desde la pantalla, no podamos evitar el muy femenino, igualmente sincero y bastante justificado, gruñido de admiración”. Presten atención, por favor, a la graciosa y profética frase del cierre: “Debería haber una ley que nos proteja a las mujeres de mujeres así”.
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