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De un sobre Chanel en matelassé que en lugar del logo de la firma lleva impreso el nombre Suzy, ideado como edición exclusiva y como broma por un diseñador de ese atelier, a un trajecito blanco y negro de matices op art pergeñado por Lacroix y que fuera comprado en una feria de descuentos para trabajadoras de la moda, así como también un atavío blanco con estampas florales del diseñador Ossie Clark, exponente del hippie chic, ilustran algunas de las piezas de la crítica especializada en modas, Suzy Menkes (y quien a diario emite las opiniones de moda y las reseñas del Herald Tribune) y que compusieron un repertorio de prendas que la tienda Christie’s subastó online entre el 11 y el 20 de julio. A propósito de esa subasta inusual por sus extravagancias y que fue bautizada “In My Fashion: The Suzy Menkes Collection”, señaló Pat Frost, la directora de moda de esa mítica tienda de remates: “Hay algunas personas que son capaces de ver más allá que el resto de la gente y Suzy Menkes es una de ellas. Cuando hablas con ella siempre te llevas algo de la conversación. Me encantó cuando nos dijo que había decidido confiar a Christie’s la venta de su guardarropa porque sabía que esto no iba a ser un armario lleno de uniformes negros sofisticados. Como ella misma dice, la ropa es como los amigos, en este caso, buenos amigos que evocan buenos tiempos”.

Dueña de una silueta xl y un corte de pelo que concluye en punta –no confundir con facilismos de señora punk–, el placard como la prosa de Menkes están atiborrados de extravagancias, y acerca de ese repertorio de moda y los rescates de su placard, argumentó Menkes: “No tiré nada de mi armario desde 1964. Creo que si tuviera un gran espacio abierto en casa se lo hubiese dedicado a mi colección, como si se tratara de una obra de arte. Pero hay algo triste en esas prendas abandonadas en el armario. Consideré que necesitaban vivir de nuevo y que la subasta les dará la oportunidad de caminar bajo el sol, de bailar durante la noche y de darle a alguien tanta satisfacción como me han dado a mí”.

Entre los tesoritos del placard de Menkes destacaron los pañuelos Hermès, porque como enunció la periodista: “Nunca he sido una mujer que elija una cartera distinta por temporada, por el contrario, mi estilo se construyó en base a elegir bolsos encantadores y particulares y con la menor cantidad de logos posibles, siempre escapé a la idea de la cartera que hay que usar; por el contrario, puse más extravagancias y dedicación en las joyas y en la compra de foulards, porque los pañuelos Hermès son tan lindos que habría que hacer cuadros con ellos”. La colección de remate de la Menkes incluyó vestidos, piezas de Emilio Pucci y de Yves Saint Laurent (remitirse a una chaqueta de cóctel de la colección Le Soleil, de 1980, de YSL). Las piezas cotizaron desde 200 libras. El rico currículum en la moda de Menkes se inició en la Universidad de Cambridge, continuó en el periódico The Times como redactora junior, y luego como editora del London Evening Standard. Pasó por The Times y The Independent hasta su labor actual. En una reciente entrevista concedida a la publicación Interview, Menkes dijo acerca de la primera vez que asistió a un desfile: “Fue una colección de Nina Ricci en París, en el año 1963. Me cautivó la elegancia del salón y de las ropas, era muy tímida por entonces y recuerdo que estaba muy intimidada por la situación y casi me expulsaron del trabajo porque no conseguí imágenes, simplemente dibujé un sombrerito en mi diario de anotaciones; durante tres meses no me permitieron publicar ninguna crónica de moda”.