Wicked. Memorias de una bruja mala
Gregory Maguire
Editorial Planeta
512 páginas

Wicked, desde 2003 y por mucho tiempo más, es una exitosa comedia musical de Broadway –también se la puede ver en Londres y en Sydney– que revela la verdadera historia de las dos brujas, la malvada del Oeste y la buena Galinda, con las que Dorothy se encontraba en su viaje a la Tierra de Oz. Está basada en el libro que Maguire escribió en 1995 y que acaba de ser traducido al español. Maguire, que a esta altura ya ha escrito la segunda parte de su historia, es un prolífico autor de sagas para chicos, reconocido también por sus aportes al proyecto Am I Blue? Coming Out from the Silence, una colección de historias breves para adolescentes gays y lesbianas, y sobre todo por sus incursiones en un género que avanza y que podríamos denominar como “de entretenimiento infantil para adultos”.

La historia comienza así: en un pueblo de pescadores de Munchkinland, cerca de Oz, nace la primera hija de la bella y aristocrática Melena. Su marido, el párroco Frex, pacato y machista, no puede asistirla en el parto, ya que el deber lo llama a dar sermones inútiles para evitar que El Reloj del Dragón del Tiempo (un teatro de títeres) corrompa a sus fieles. El diálogo delirante y ágil entre los esposos, sus intereses desencontrados, los silencios y la grotesca escena del parto, prometen una historia llena de clichés, entretenimiento y mensajes progresistas entre líneas. La historia enseguida abandona a los progenitores y se concentra en la bebé, Elphaba, de piel verde y dientes de tiburón, quien será luego de pasar por una escuela pupila y encontrarse con Galinda, la bella y educada bruja buena, la bruja malvada del Oeste. La historia viene a demostrar que tras aquel ser monstruoso que torturaba Judy Garland se escondía una persona ingeniosa, irritable y poco comprendida. “Un cuento que intentará poner en tela de juicio todas nuestras nociones preconcebidas sobre la naturaleza del bien y del mal.” Lectura muy recomendada para quienes estén por ir a ver el musical, ya que los ayudará a comprender todo. También para quienes gusten de historias de brujas, elfos preñadores y cuestiones domésticas en clave de magia y, sobre todo, estén dispuestos a aceptar que la legendaria maldad que se vio en El Mago de Oz no era tal cosa.