El mundo de las mujeres
Alain Touraine
Editorial Paidós
234 páginas

El sociólogo Alain Touraine presenta su hipótesis: las mujeres de hoy, a diferencia de la mayoría de quienes hablan sobre ellas o por ellas (feminismo y teoría queer en especial), no creen en la necesaria desaparición de la identidad femenina, no se consideran víctimas aunque hayan tenido que soportar injusticias o tratos con violencia. Esta conciencia, orgullo y mirada positiva frente a su lugar en el mundo es la clave, según el sociólogo francés, de que el discurso combativo, el reclamo y la lista de cuentas pendientes no da cuenta de lo que está ocurriendo casa por casa.

Sus conclusiones se basan en una serie de entrevistas que no llegan al centenar a mujeres “comunes” –también hay un apartado con musulmanas– que para sorpresa del sociólogo, se definen alegremente como mujeres.

Touraine pretende con este plantel de señoras felices consigo mismas contribuir al redescubrimiento de la mujer como agente social. Es hora de hacer y no de quejarse. Feminismo, teoría de género, teoría queer, son reconocidas aquí como meros pasos necesarios para alejarse de la idea aberrante que defendía una naturaleza diferente, la masculina superior, la femenina, menor. Pero todo lo que se hizo después no hace otra cosa que subsumir a la mujer en el lugar de un producto de la dominación.

Las nuevas mujeres que define este libro podrían llamarse a sí mismas mujeres superadas: rechazan el feminismo, aborrecen lo unisex, son conscientes de sus valores y están dispuestas a relacionarse bien con lo hombres que en la búsqueda del poder han perdido identidad.

El mundo de las mujeres es título engañoso o de exagerado buen augurio, sobre todo si se tiene en cuenta la elección de la tapa donde figuran mujeres que ostentan poder en diversos lugares del mundo. Touraine habla y festeja la autoconciencia que ve en revistas femeninas. Reconoce que es la primera vez que presta atención al tema y su aire de recién llegado se nota en más de un detalle. Sus colaboradoras, nombradas al pasar, son todas mujeres. Son las que han hecho las entrevistas y la investigación. Aun así, cada vez que Touraine usa la segunda persona para referirse a quienes lo estamos leyendo dice sin temor a ser acusado de sexismo: “como comprenderá el lector”.