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Cuando pensamos el Encuentro Internacional de Pensamiento lo hicimos con la idea de generar un espacio de discusión, debate, de profundizar alianzas y afectos que nos unen. Cuestionar los paradigmas identitarios para nosotras implica entender cómo se vinculan todas esas luchas que nos movilizan, que nos sacuden, que le dan sentido a nuestra tarea cotidiana. Todos estos temas que venimos trabajando quienes confluimos en CineMigrante y que atraviesan absolutamente al festival en esta 6º Edición.

Soñando en grande y aprovechando la visita de Butler a Brasil, decidimos invitarla a participar y ahí nos enteramos que también venía a la Argentina, justo en la semana del festival. Todo era perfecto. Solo había que hacerle una propuesta que pudiera expresar el espíritu de lo que estábamos imaginando, y esperar su respuesta. Cortito y al pie, sin siquiera pedir más información, nos respondió “I will be ready (estaré lista)”. Nosotras hicimos lo posible por estarlo, pero creo que nunca se está verdaderamente lista para algo así.

Queríamos hacer un encuentro fuera del ámbito universitario, donde entrara la mayor cantidad de gente posible, para un público que excediera la academia. Pensamos entonces una entrevista abierta, donde pudiera hablar sobre la importancia del feminismo, sobre los límites de las políticas identitarias, sobre las alianzas políticas y los procesos de resistencia, las vidas precarias y los cuerpos que importan, la vulnerabilidad como estrategia, la migración, el racismo. Pensamos este encuentro desde el lugar del no saber, desde las ganas aprender, de colectivizarlo, de reconocer las genealogías de las luchas que cruzan nuestros cuerpos, marcándonos, dejando huellas. Por supuesto que todo lo que pasó nos desbordó por completo, la respuesta de la gente, la presencia, la sorpresa del CCK que tuvo que cambiar de sala el día anterior, las que se acercaron a ofrecer ayuda, las que preguntaban donde ponían la carpa.

Esta fue solo una propuesta posible, no pretendió en absoluto agotar la representación de las múltiples identidades. Un recorrido posible para pensarnos, encontrarnos desde el constante movimiento, celebrarnos, pero sobre todo confrontarnos con aquello que deja en evidencia cuánto nos falta aún. Siempre se puede hacer de otra forma, siempre nos equivocamos en algo, siempre aprendemos. Sabemos que una actividad de estas características sólo es posible gracias a las luchas en Argentina por el reconocimiento de la identidad de género, por el derecho humano a migrar, las luchas por la descolonización, contra el racismo, la lucha del feminismo, la invención de nuevas formas de relaciones erótico-afectivas.

Reconociendo el trabajo diario y micropolítico de tantxs activistas que buscan construir otras formas posibles de existir en el mundo, desde la construcción de redes, de alianzas, de nuevas comunidades, creo cada vez más convencidamente, en la potencia de la ternura radical, la escucha, el cuidado, la humildad, las alianzas.

Antes de subir al escenario, ahí atrás mientras le ponían el micrófono, Judy se encontró con Trinh T. Minh-ha y Françoise Vergès, invitadas también por CineMigrante,  sorprendida por ser parte del mismo espacio que ellas y alegre por encontrarse con “su familia”. Las tres potencias, desde una absoluta simpleza, ternura, confianza, miradas profundas, nos llenaron de ganas de seguir, deshaciéndonos, irreversiblemente implicadas.

Cuando terminó la entrevista subimos a tomar el vino que le habíamos prometido y que según ella “es la forma en la que cobra”,  y luego de un rato de charla nos fuimos todas al Gaumont, donde Minh-ha presentaba una de sus películas. Judy se sentó en la sala 3 del espacio INCAA, subió las zapatillas al asiento de adelante y a disfrutar de la función.

*Activista lesbiana feminista, integra el grupo Antroposex y es parte de Cine Migrante.