FúTBOL › RACING VENCIO 4-0 A SAN LORENZO DE VISITANTE
Goles son honores
El duelo dialéctico de la semana entre los entrenadores se resolvió en favor de Fillol, que acertó en el planteo y celebró una gran actuación de sus dirigidos. Anotaron Romero, Casas, en dos ocasiones, y Mariano González.
Por Facundo Martinez
Con una gran actuación de Mariano González, mucho orden y mayor efectividad, Racing goleó por 4-0 a San Lorenzo, que intentó ser siempre protagonista, pero se descuidó en la retaguardia, repitiendo incluso los mismos errores. Chirola Romero abrió la cuenta promediando la primera etapa, el ex Huracán Gastón Casas la amplió, en el inicio del complemento, con dos goles calcados, y González la cerró sobre el final, en la única jugada de contraataque que terminó dentro del arco de José Ramírez. El clásico fue vibrante, en la cancha y en las tribunas.
De las varias situaciones que se vieron antes de que Romero pusiera el encuentro 1-0, tras picar habilitado por un lindo pase en cortada de Rimoldi y encontrarse con un mal rechazo de Gonzalo Rodríguez, hay una que de alguna forma preanunció lo que finalmente ocurrió. Corría el defensor Javier Pinola desde el fondo para llegar frontal, sin encontrar obstáculos, hasta la puerta del área de Ramírez. El remate le salió apurado, a las manos del arquero, pero esa carrera de 70 metros libres debió servir al menos de advertencia para el conjunto de Néstor Gorosito, que atacaba sumando muchos hombres, pero daba demasiadas ventajas atrás. Así, Casas se perdió el segundo, en una jugada de contraataque, cuando en lugar de habilitar a González, que entraba solo por la derecha, decidió colocar la pelota por arriba de Ramírez, que había salido a tapar y le adivinó la intención. No le faltaron chances a los locales para empatar, sobre todo durante el último cuarto de hora, antes del entretiempo. Un buen pase de Ariel Carreño –que los hinchas protestaron; lo hacían en cada intervención del ex Boca– para Leandro Romagnoli, terminó en un violento remate que se fue por encima del travesaño. Después tuvo dos claras Roberto Cornejo, pero también falló. El paraguayo Angel Martínez despejó luego otro remate de Romagnoli y el palo de Cuenca volvió a salvar a Racing de un disparo de Damián Luna.
Gorosito cambió en el complemento: sacó a Carreño y metió a Román Díaz, pero antes de que su equipo pudiera repetir lo que había hecho hasta ahí, apareció Casas y en dos jugadas calcadas, en las que Walter García se quedó como pintado, puso el clásico 3-0: tiro de esquina de González, peinada en el primer palo del paraguayo Martínez y definición del ex Huracán, que aguardaba apostado sobre el segundo. Casualmente, Casas anotó sus primeros dos goles en Racing justo frente a San Lorenzo.
La virtud de Racing fue el orden en el que trabajaron las dos líneas de cuatro que había dispuesto Fillol, y que habían sido objeto de crítica durante la semana. Lo curioso fue, precisamente, que sólo el último gol se generó en una jugada de contra: Lisandro López picó solo, se abrió ante la salida de Ramírez, alzó la vista y puso la pelota a los pies de González para que éste, merecidamente, sellara la goleada. Para los de Gorosito no quedó ni el tanto del honor, lo pudo hacer Luna, pero salvó Pinola sobre la línea.