FúTBOL › SAN LORENZO LLEGO A LA LIBERTADORES Y NESTOR GOROSITO CONTINUARA EN EL CARGO
Brindis copero a la salud de Pipo
Con un gol de Zabaleta, de cabeza, San Lorenzo superó al Boca B y se aseguró su participación en la próxima Copa Libertadores. Unos 10 mil hinchas azulgranas, que taparon con sus gritos a los pocos boquenses que fueron al Bajo Flores, celebraron la merecida victoria, en un partido con altibajos.
Dura la vida del director técnico: Pipo Gorosito dependía de los 90 minutos del partido con Boca para tener alguna chance de continuidad en San Lorenzo. Un empate o una derrota le habría significado pasar por la oficina de personal para la liquidación final. Una victoria, en cambio, le abre ahora la posibilidad de que le den un poco de aire. Por lo pronto, hasta el cierre de esta edición, el hombre seguía siendo el entrenador del club y declaraba una vez más que este plantel, con dos o tres refuerzos, tiene posibilidades de salir campeón en el próximo torneo.
También cuando empezó el Clausura –se recuerda–, Gorosito y gran parte de la llamada cátedra daban como candidato muy firme a San Lorenzo. Se presumía que, como Boca y River iban a estar demasiado ocupados en la Copa Libertadores, le iban a dejar el camino libre. Pero la ilusión se empezó a derrumbar muy temprano, cuando en la segunda fecha Racing le metió cuatro. El cuadro azulgrana cerró este torneo con sólo 2 triunfos en carácter de local, con 17 goles a favor y la misma cantidad en contra. Un promedio bajísimo, de menos de 1 gol por partido. El que ayer convirtió Zabaleta, al menos (cabezazo cruzado desde la entrada al área chica), sirvió para cosechar tres puntos y obtener la ansiada clasificación para la Copa Libertadores. La gente celebró con bengalas que se encendieron cinco minutos antes del final, pero no todos ven luminoso el futuro. A Gorosito le cuestionan que hizo demasiados cambios; que varió el sistema de juego; que sostuvo demasiado a Carreño y que no supo cómo reemplazar a Acosta. A los jugadores le critican su falta de regularidad y que no pusieron ni el juego ni el coraje necesarios para pelear en los puestos de vanguardia y no navegar por el medio. San Lorenzo terminó este torneo con 26 puntos, 14 menos que River –que fue el campeón– y 13 más que Rosario Central, que fue el cola; bien en el medio.
Mientras Gorosito caminaba por la cuerda floja, sus jugadores se las arreglaron para superar al muletto de Boca en un partido que en buena parte de su desarrollo fue abierto, de ida y vuelta y sin marcas apremiantes, por lo que entretuvo bastante. Las seguras intervenciones de Ramírez, el despliegue de la dupla defensiva Ortiz-Santana y las apariciones intermitentes de los habilidosos Romagnoli, Montilla y Luna fueron los pilares sobre los cuales San Lorenzo apoyó lo suyo. Luna fue el autor de una monumental apilada en la que dejó despatarrados a cinco jugadores de Boca, arrancando a lo Maradona en su propio campo y terminando la acción en el área rival con un remate cruzado que milagrosamente alcanzó a tapar Caballero. Esa jugada y algunas gambetas endiabladas de Cangele en el otro lado sirvieron para salvar la guita de los que apostaron a una tarde más o menos entretenida.
Gorosito consiguió el objetivo: zafó; los cuervos/buitres que esperaban una derrota para despedazarlo se quedaron con las ganas.