La esforzada victoria que River obtuvo ante Banfield se construyó de atrás para adelante. Es que el déficit creativo y ofensivo que ayer presentó el equipo de Leonardo Astrada fue compensado por la tarea generosa y solidaria de Víctor Zapata y el uruguayo Carlos Diogo, junto con las certeras atajadas de Germán Lux y las pinceladas de buen fútbol que en el segundo tiempo aportaron el colombiano Jairo Patiño y Javier Mascherano.
La cerrada defensa que los dirigidos de Julio Falcioni llevaron a cabo en el Monumental no pudo ser vulnerada por los delanteros del conjunto local, que cumplieron una errática labor. Gastón Fernández y Ernesto Farías se movieron por el frente de ataque sin provocar situaciones de peligro y con un escaso despliegue físico. Fernández apenas remató al arco durante el primer tiempo, mientras que el ex delantero de Estudiantes entró en contadas ocasiones en contacto con la pelota sin poder gravitar. Por su parte Marcelo Gallardo no estuvo preciso en la generación de juego, se lo notó molesto y cometió una grosera falta que le costó a River quedarse con un hombre menos en el comienzo de la segunda etapa.
Fue entonces que aparecieron los despliegues solidarios del uruguayo Diogo, por la derecha, y de Víctor Zapata por la izquierda, para que River mantuviera el protagonismo del partido en un momento clave, cuando parecía que Banfield, con un jugador más, se iba agrandar. Pero por suerte para el equipo local, las arremetidas de conjunto del Sur fueron oportunamente controladas por Lux. El arquero campeón olímpico le contuvo al ingresado Darío Cvitanich una pelota que pudo cambiar el destino del encuentro cuando promediaba el segundo tiempo, y de esta forma, se ganó el reconocimiento de la hinchada riverplatense.
Pero no sólo con fervor y buenas atajadas se pueden construir las victorias. Siempre hace falta un poco de fútbol y River lo tuvo en los pies de Patiño y Mascherano. El colombiano se vio en la obligación de asumir el rol de conductor tras la expulsión de Gallardo y cumplió con creces, mientras que Mascherano impuso su presencia en la mitad de la cancha aportando juego, recuperando la pelota y ordenando a su equipo cuando más lo necesitaba. José Sand y Luis González –que marcó el tanto de la victoria– entraron en el segundo tiempo y le aportaron al ganador un poco más de claridad a todo el fervor y el empuje que depositaban los dirigidos de Astrada en la búsqueda del triunfo, que finalmente lograron cuando faltaban cinco minutos para el final del partido.
Informe: Leonardo Castillo.