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“Poné a Moralez, la p... que te parió...” Todavía no se habían cumplido los 40 minutos del primer tiempo, y el grito que bajaba desde la hinchada de Racing marcaba algo más que el pedido por el ingreso del juvenil. Es que resultaba evidente que al equipo de Rivarola le faltaban ideas como para revertir el 0-1 parcial, entonces los hinchas se aferraban a la última esperanza posible para seguir ilusionados con un campeonato que, de manera inexorable, se escapaba a mejores manos.
Sin embargo, mucho más claro que la escasez de fútbol que evidenciaba Racing era que un pibe con dos partidos en Primera, ninguno de ellos completo podía ser el salvador ante un panorama tan sombrío. Igual, rápido de reflejos tribuneros, Rivarola mandó a calentar a Moralez antes del final del primer tiempo y lo puso en la cancha en el inicio del segundo. Pero si Simeone era incapaz de dejar la pelota en el terreno de juego y se terminó yendo expulsado por impotencia, Lisandro López no podía sacarse de encima a cualquiera de sus marcadores y ninguno de los mediocampistas conseguía poner un poco de claridad, apostar a que Moralez lograse cambiar la historia era más que utópico.
Con ese contexto, el partido se jugó, antes y después de la entrada del juvenil, como pretendía Banfield. Buján y San Martín eran los dueños de la mitad de la cancha, con mucha dinámica para presionar y quitar, pero además con suficiente criterio en el momento de distribuir. Por la derecha, Bilos desequilibraba por habilidad y potencia, y hasta se animaba con algunos lujos. Arriba, Barijho aguantaba y descargaba a un toque, mientras que Barrionuevo apostaba a su gambeta. De esa manera, Banfield justificaba plenamente la victoria, que se había empezado a gestar con una arremetida de Sanguinetti y una mala salida de Lucchetti, tras un tiro libre desde la derecha.
A Banfield le faltó precisión para definir; si no, de otra manera, hubiera resuelto el partido con anterioridad. Por eso pasó un susto grande, del que zafó porque Barraza alcanzó a anticipar a Cardetti en el área grande. Claro que, a esa altura, los hinchas de Racing, otra vez termómetros como al final del primer tiempo, cantaban eso de “aunque ganes o pierdas...”. Eran conscientes de que al equipo de Rivarola le faltó fútbol para ser campeón.

Banfiled 1
Leyenda; Galarza; Civelli; Sanguinetti, D.Giménez; Bilos; San Martín;
Buján; Andrizzi; Barrionuevo; Barijho.
DT: Falcioni.

Racing 0
Luchetti; Vitali; Crosa; Ubeda, Pinola; Barrado; Simeone; Mirosevic; Romero; Guerrero; L.López.
DT: Rivarola.

Estadio: Banfield.

Arbitro: Gabriel Brazenas.

Goles: 24m, Sanguinetti (B).

Cambios: 46m, Moralez (6) por Mirosevic (R); 63m, Cardetti por Romero (R); 78m, Galván por Barrionuevo (B); 81m, Barraza por Sanguinetti (B); 86m, Ceballos por Bilos (B).

Incidencias: 67m, expulsado Simeone (R).