Apenas quince segundos tardó Huracán en recibir el primer gol en el campeonato, tal vez para darles la razón a aquellos que sostienen que no le pueden pasar cosas muy buenas a un club que tiene nombre de tragedia. Seis toques entre el toque de inicio hasta el remate cruzado de Carrera, entrando por la derecha. Los defensores y el arquero, seguramente impactados por las 20 mil personas que había entre la cabecera y la platea, o por las cinco felinas quemeritas que desafiaban al tremendo frío con bikini y peluca, o, en una de esas, preguntándose qué estaban haciendo ellos adentro en un campeonato de Primera, no reaccionaron. Uno a cero. Los trescientos hinchas de Arsenal empezaron a paladear la catarata de goles, pero no hubo goleada porque los muchachos de Mohamed igualaron enseguida y a partir de ahí se dio un partido parejo, con altibajos, entretenido, que pudo ganar cualquiera de los dos y que dejó conforme a todo el mundo. El empate se produjo a los 6 minutos y cuando ya los plateístas empezaban a desplegar su repertorio de intolerancia a las puteadas, Walter Gómez, que tiene nombre de crack, buena pegada y bastante suerte, pateó un tiro libre y la pelota, después de rozar en la barrera, se desvió para descolocar a Cuenca y colocar el marcador en su lugar.

A propósito de colocados y descolocados, antes del partido el grupito de hinchas de Arsenal cantó “vos sos de la B”, provocando la natural indignación de quienes se dicen ser parte del sexto grande, pero vivían el regreso al domingo como un gran acontecimiento y a la vez le temían a su rival (que es históricamente de la B y gracias a Grondona está donde está) porque es un equipo bien armado y sabe a qué juega.

Frente a este peligroso rival, Huracán aguantó el baldazo inicial, supo reaccionar y cumplió una actuación muy digna que pudo coronarse con tres puntos si Nieto hubiera estado más derecho para el arco. El 9, ex jugador de Almagro, movedizo, eléctrico, tuvo cuatro veces la victoria en sus pies, pero se apuró, demoró el remate o pateó pifiado. Entre el inicio y los 20 minutos del segundo tiempo dominó el juego, desestructuró al esquemático rival y estuvo muy cerca del gol. Después se desinfló de a poquito y terminó apurado porque Arsenal, más entero físicamente, le empezó a cascotear el rancho y llegó al gol con un certero cabezazo de Ulloa (ex jugador de San Lorenzo, para colmo), pero el juez de línea levantó la banderita marcando un offside muy discutible y colocó en los cuerpos correspondientes las almas de la multitud.

Los hinchas de Huracán se fueron conformes. El equipo estuvo a la altura de las circunstancias. Cometió algunos errores y cayó en algunas distracciones inusuales en la categoría, pero todo eso se podrá corregir con el correr de los partidos. Lo más importante es que quiso ser protagonista y lo consiguió en varios pasajes. Los aplausos del final se entienden mucho mejor si se escucha al fana que bajaba las escaleras del Ducó informando por celular y a los gritos: “¡Estamos un punto por arriba de San Lorenzo!”

Cancha: Huracán.

Arbitro: Pablo Pompei

Gol: 15” Carrera(A); 6m Gómez (H).

Cambios: 65m Franzoia por Coyete(H); 61m Ulloa por Raimonda(A)y Yacuzzi por Yllana(A); 77m Kato por Mendoza(H); 88m Gordillo por Sánchez Prette(H).