Boca se dio otro gusto en el verano. Con muchos juveniles, el equipo de Carlos Ischia le dio una paliza futbolística a un River que no tuvo ideas, no mostró actitud y que ni siquiera se rebeló ante la adversidad. Fue 2-0 por los goles de Mouche y Roncaglia, pero las diferencias en el trámite fueron más notables.

El estado de ánimo de ambos quedó muy rápido reflejado en el terreno de juego. Sin tantas obligaciones, Boca se mostró suelto, sin tanto temor a equivocarse y con ganas de progresar en ataque a través de las combinaciones de sus jugadores. Por el contrario, River lució atado, con miedo al error y sin posibilidades de asociar a sus futbolistas. Así, sus delanteros quedaron aislados, sin que la pelota les llegara.

Lo de Boca tampoco era superlativo. Amagaba mucho más de lo que concretaba y no preocupaba demasiado a Ojeda. Sin embargo, al menos se entendía lo que pretendía. Y si bien le faltaba lucidez en los últimos metros, se veía que tenía herramientas como para generar posibilidades de gol. Del otro lado, la historia era distinta. Ninguno de los volantes tenía la capacidad para soltarse, Rosales no podía desequilibrar y Falcao quedaba aislado. Así Abbondanzieri sentía que seguía en España.

Dentro de ese trámite aburrido, Boca tuvo las únicas tres chances claras de la mitad, con la misma fórmula: Pelota a la espalda de Galmarini, Cabral que no llega al cierre y corrida de Mouche para quedar cara a cara con Ojeda. En la primera, definió afuera; en la segunda, quiso picar la pelota, pero el arquero adivinó; y en la tercera, definió con precisión al primer palo para convertir el 1-0. River tuvo dos avisos, pero nunca se dio cuenta. Por eso lo pagó caro.

El resultado potenció los estados de ánimo. Boca, cada vez más tranquilo, manejaba todos los tiempos y llegaba de la mano de un Gaitán inspirado, que aprovechaba las ventajas que River daba por izquierda. Incluso, tuvo tres ocasiones, pero uno de sus remates pegó en el palo y los otros dos pasaron cerquita. El equipo de Gorosito no mostraba respuestas. Así no sorprendió que llegara el segundo gol, con un remate cruzado de Roncaglia tras un gran desborde de Palacio. De ahí al final, Boca se floreó con toques y lujos, ante un River que recibió la primera reprobación de su gente en la era Gorosito.

Estadio: Malvinas Argentinas

Arbitro: Sergio Pezzotta

Goles: 44m Mouche (B); 77m Roncaglia (B).

Cambios: 38m Fondacaro por Chávez (B); 45m N. Sánchez por Quiroga (R) y Buonanotte por Abelairas (R); 59m Palacio por Mouche (B); 70m Villalba por Rosales (R); 80m Vidal por Viatri (B).

Incidencias: 69m expulsado Domingo (R).