FúTBOL › EL EQUIPO DE TABAREZ MOSTRO MEJORIA
Boca le ganó a Chacarita y ya palpita el Superclásico
Con un gol del Mellizo Guillermo –que jugó una hora y muy bien– y un golazo de Ibarra –la figura del encuentro–, Boca solucionó un partido que venía difícil y significaba mucho: llegaba con pésimo rendimiento y con el entrenador cuestionado a la víspera del Superclásico. Cuando faltando un cuarto de hora descontó Delgado para Chaca, aparecieron los fantasmas y no hubo euforia en esos últimos minutos y el descuento. A Boca todo parece costarle por falta de convicción.
Por Facundo Martínez
Chacarita era a priori un rival complicado para Boca, porque los de San Martín llegaban fuertes, seguros, en ascenso, y los locales venían de perder en Santa Fe frente a Colón y de despedirse, prácticamente, de la lucha por el título. También pesaba sobre el equipo de Oscar Tabárez el cómo y con qué ánimo se iba a llegar al Superclásico. En ambos casos, ayer Boca cumplió. Le ganó bien a Chacarita por 2-1, aunque tuvo que sufrir durante los últimos minutos y, más allá de la victoria, dejó una mejor imagen que las que había entregado en las últimas presentaciones. Encima, River evidenció en Banfield pruebas de su vulnerabilidad, algo que Boca necesitaba ver antes de pisar un Monumental donde irá buscar la gloria o Devoto: salvar o dejar atrás este discreto inicio de temporada.
Tabárez ya no duda: sabe que con Guillermo Barros Schelotto en la cancha Boca tiene más peso ofensivo y puede lastimar mejor, por sorpresa, a los eventuales rivales. Quizás por eso decidió ayer sacar el Mellizo, quien había marcado de cabeza el primer gol, cuando todavía faltaban jugarse 25 minutos. La cancha estaba pesada y había que cuidar al delantero, llamado a ser hipotética figura ante a River.
Hasta ahí, Boca había sido claro dominador en los distintos pasajes del encuentro. Un buen arranque, el aceptable trabajo en todas sus líneas y varias llegadas respaldaban la diferencia en el marcador. Chacarita, por su parte, no conseguía compensar ni generar verdadero peligro, salvo en las pelotas aéreas –de arriba Boca no agarraba ni una–, el arma más noble que mostraron los de San Martín.
Curiosamente fue Boca el primero que golpeó con el cabezazo del Mellizo tras un centro de Cascini. El delantero saltó entre los dos centrales de Chacarita, Gamboa y Pena, y sorprendió a Navarro Montoya, quien apenas atinó a estirar, tarde, la mano derecha. El arquero enfrentaba por primera vez a su ex club y había sido recibido con emotividad por los boquenses, quienes incluso festejaron un pequeño jugueteo del Mono con una pelota que le había ganado cómodamente a Tevez.
Por arriba, Chacarita tuvo dos chances inmejorables para igualar el marcador. En la primera cabeceó Pena sobre el cuerpo de Abbondanzieri; en la segunda, lo hizo Torales y el arquero consiguió desviar. Boca trató de devolver el susto, retomó el control del juego y asedió sin descanso el arco de Navarro Montoya. Ibarra tuvo un mano a mano tras un buen pase, con caño incluido, de Tevez, pero el arquero se impuso en el duelo. Después, el formoseño sacó un remate cruzado desde la derecha que pasó muy cerca del segundo palo.
En el complemento, a Chacarita le costaba llegar y Boca parecía tener más chances para liquidar el trámite. El golazo de Ibarra, quien arrancó solo por la derecha, dejó a tres rivales en el camino y entró al área con la pelota dominada para rematar sobre el primer palo de Navarro Montoya, llegó en el momento justo: Boca volvía a despertarse tras unos minutos ociosos, e iba por más. El ingreso de Matías Donnet fue beneficioso.
Pero Chacarita no se dio por vencido y logró descontar, con un gol de buena factura de Matías Delgado, quien sacó un remate cruzado desde la izquierda y clavó el disparo en el ángulo.
Los últimos minutos fueron intensos: Tevez tuvo dos chances para ampliar, pero las desperdició; Cela Ruggieri y Rivero pudieron empatarlo, pero también fallaron. El árbitro Roberto Ruscio adicionó cuatro minutos que fueron eternos. Para Boca, por supuesto.