La nueva derrota de Boca –esta vez ante Newell’s, que se impuso en el estadio del Parque de la Independencia por 4-2– volvió a abrir las heridas que están desangrando al ahora equipo de Abel Alves. Boca volvió a mostrarse débil en defensa, al punto que a los 18 minutos de juego ya había recibido tres goles. Y desde el fondo apuntan ahora a los mediocampistas.

Dolorido por la derrota, el juvenil defensor Ezequiel Muñoz, máximo responsable por soltarle la marca al paraguayo Achucarro en el segundo tanto de los rosarinos, se sumó a las críticas que había realizado en la semana previa el arquero Roberto Abbondanzieri, a propósito de la actitud de la defensa en las jugadas de pelota parada, algo que el sábado volvió a quedar en evidencia cuando, a los dos minutos de juego, Insaurralde cabeceó sin marca en el área para abrir el marcador.

“Por ahí no entramos con las ganas que teníamos que tener para jugar este tipo de partidos. Fue algo que me pongo a pensar y no puedo creer que nos hicieran tres goles en 18 minutos”, dijo ayer el defensor en diálogo con radio Del Plata.

Luego, el segundo marcador central del equipo apuntó que la responsabilidad de la derrota no debe caer sólo en la última línea sino que todos son responsables por la situación de fragilidad en la que se encuentra el equipo.

“Cuando ganamos, ganamos los 11; y cuando perdemos, perdemos todos. Por ahí se tiran contra la defensa porque no-

sotros tenemos que evitar los goles, pero también tiene que ver con el rendimiento de otros jugadores. Hay que hablar del equipo y no tanto de la defensa”, apuntó el juvenil.

Luego, con respecto a la fallas defensivas, agregó: “Por ahí tendríamos que hablar un poco más. No nos hablamos mucho, tenemos que corregir mucho en los entrenamientos. Tenemos que hablar más para que no nos pase esto”.

Al igual que Abbondanzieri la semana pasada, el defensor admitió que Boca está sufriendo problemas anímicos. “Nos hacen un gol y nos caemos. Tres goles en 18 minutos es algo que no nos puede pasar. Me parece que hay que entrar a la cancha más convencidos, con un poco más de ganas. Del primero al último minuto nos tenemos que convencer de terminar con el arco en cero.”