Lunes, 23 de agosto de 2010 | Hoy
FúTBOL › LA LíNEA DE TRES NO FUE TANTO EL PROBLEMA EN LA HISTóRICA CAíDA DE BOCA FRENTE A ALL BOYS
El equipo de Floresta se hizo una fiesta contra una formación en formación que no sabe bien a qué juega, que extraña demasiado a Riquelme y que está anteúltima en la tabla de posiciones. Los hinchas empiezan a perder la paciencia.
Por Juan José Panno
Con esa camiseta celestona, con algunos nombres casi desconocidos, con ciertos momentos de silencio de muerte en su tribuna, con Palermo lejísimos del gol porque la pelota no le llega, sin reacción ante la adversidad, sin peso ofensivo, sin claridad en el medio, sin fortaleza defensiva, ni seguridad en el arco, acurrucado en el fondo de la tabla con solo un punto sobre 9, no parece Boca. No tiene nada que ver con el Boca ganador de la última década. All Boys –como Racing una semana atrás– se aprovechó de ese fantasma que se le paró delante y le ganó bien, claramente, con autoridad, sin dejar dudas.
Sólo diez minutos, o a lo sumo quince, tardaron los jugadores del equipo que hizo de local en la cancha de Huracán para darse cuenta de que ese Boca que llegaba herido y con muchas ganas de variar su imagen, no cortaba ni pinchaba.
En esos diez primeros minutos, Boca salió con mucho ímpetu y hasta parecía tener dominada la situación, mientras los muchos volantes de All Boys parecían ser conos de entrenamiento puestos para convertirse únicamente en obstáculos. La síntesis del poderío ofensivo de Boca la daba Mouche. Amagaba, insinuaba, parecía que podía desbordar, pero no terminaba una bien y sus centros (cuando podía tirarlos) terminaban mansamente en las manos de Cambiasso.
En todo el primer tiempo, Boca no creó ninguna situación de gol. Ninguna. Y All Boys, con poquito, llegó tres veces e hizo dos goles. Armó una buena pared que terminó en penal por la salida tardía de Luchetti (pateó Matos fuerte a la derecha, gol) y un ratito después casi llega el segundo con un cabezazo y poquito después otro cabezazo (de Eduardo Domínguez) le puso sello a la caída de Boca.
¿El problema de Boca es que juega con línea de tres? No, el problema de Boca es que no tiene ninguna línea, que no sabe bien a qué juega, que se limita a tirar la pelota para adelante a ver qué pasa, que no encuentra juego por los costados ni por el medio.
Su impotencia también puede verificarse en la acumulación de tarjetas amarillas, por llegar a destiempo, por no saber calcular o por querer amedrentar a un rival.
Medel jugó con línea de tres en Chile, Caruzzo lo hacía en Argentinos, no son improvisados en esas posiciones, pero necesitan tiempo para conocerse mejor. Otros equipos que también están en formación empezaron a afianzarse antes; a Boca le está costando demasiado, y sus hinchas comienzan a perder la paciencia.
Anoche, en el Ducó alentaron muchísimo al comienzo, cantaron aquello de “movete, Boca, movete”, después del segundo gol y cayeron en profundos pozos de silencio en el segundo tiempo. Ni el tiro en el travesaño de Escudero en el complemento alivió el dolor de la derrota y de ese humillante anteúltiumo puesto en la tabla. Se fueron preguntando ¿falta mucho para la vuelta de Riquelme? All Boys, mientras tanto, disfrutará un largo tiempo de su gran actuación, de este triunfo de Primera.
Estadio: Huracán ( local All Boys)
Arbitro: Diego Abal.
Goles: 29m Matos (AB), de penal y 38m Domínguez (AB).
Cambios: 45m Araujo (5) por Marín (B) y Escudero (5) por Cañete(B); 62m Chávez por Giménez (B); 77m Pérez García por Ereros (AB), 81m Fabbiani por Matos (AB); 90m Rimoldi por Perea (AB).
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