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Lunes, 23 de agosto de 2010

FúTBOL › CON UNA BUENA PRODUCCIóN EN EL PRIMER TIEMPO, RIVER SUPERó A INDEPENDIENTE Y SIGUE SIENDO LíDER

Se arma apoyándose en los resultados

Con tres goles en 17 minutos, dos de Funes Mori y uno de Ferrari, completó 45 minutos de gran nivel. En el segundo tiempo volvió a aflojar, como una fecha atrás, y el equipo de Avellaneda le puso presión, quedando cerca de llevarse el empate.

 Por Pablo Vignone

Todos los mensajes que el fútbol va dejando en el contestador de River son dulces, placenteros. Es uno de los dos punteros del Apertura, junto a Vélez, que le lleva dos años en gimnasia de formación. Fabricó ayer su mejor producción futbolística desde que arrancó el torneo, mostrando avances encuentro a encuentro que, además, han terminado todos en triunfo. Marcó tres tantos en 17 minutos, un ejemplo de eficacia goleadora inédita en lo que va de un Apertura de bajo promedio, en el que ningún otro equipo logró amasar más de dos gritos en 90 minutos. Le van creciendo, en un sentido festivo, los enanos: en el circo llorarían pero en Núñez celebran que si Ortega no puede integrar el equipo, como sucedió ayer, Lanzini se asocie con Buonanotte para pintarrajear de toque y atrevimiento los ratos más entretenidos de la tarde, como con el tercer gol, una pared entre ambos que Ferrari definió con viveza. Mientras, el volumen de elaboración a la vista que pretende orquestar en el campo de juego crece en sintonía con los resultados.

Es valedero preguntarse, entonces, para qué está River. Los hinchas ya le piden el título, mientras los contras le recuerdan que aún permanece en zona de Promoción. De esa franja incómoda saldrá más temprano que tarde, aunque por lógica no logre mantener el puntaje ideal, pero para correr por el campeonato precisa todavía escuchar otros mensajes.

Pudo haber goleado el equipo de Cappa: con el partido 3-1, tras haber perforado una y otra vez la zona derecha del ataque, Funes Mori se perdió un par más de goles, y Arano desaprovechó un increíble regalo de Tuzzio, rematando desviado. En esos 20 minutos finales del primer tiempo, con la línea de volantes anulando el medio de Independiente, con los toques cortos en la zona de gestación y la aceleración en tres cuartos, se distinguió ante un rival sin alma.

Pero como el resultado no siempre es consecuencia del juego, ni se explica necesariamente desde lo producido en cada bando, pudo haberse caído de la punta. Habría sido injusto pero tajante si Carrizo no le tapa el último derechazo a Silvera –el jugador más destacado de la visita– después de haber empujado, involuntariamente, la pelota al fondo de su arco tras un golpe de cabeza de Mancuello que dio en el palo derecho.

Por ahora, en este camino de construcción de identidad, River es un equipo de 45 minutos. Como contra Huracán, volvió a reducir el ritmo en la segunda parte, aunque ayer en el Monumental la ventaja era superior y lo ponía más a recaudo. Acaso lo salvó, no ya el manotazo de Carrizo, sino la ausencia de concepto en el rival, que casi nunca supo qué hacer con la pelota en los pies.

Tuvo Independiente más de una oportunidad para emparejar el resultado, en general en los pies de Silvera –que había anotado el primer gol con un fabuloso zurdazo cruzado que encontró aturdido al arquero local– y en especial la que perdió, a poco de comenzar el complemento, Pacheco, que insinuó sin cumplir en nada. Pero su rendimiento está lejos de permitir la suposición de que sabe cuál es el rumbo. No pesó Gracián, su reemplazo Martínez no aportó claridad, Mareque fue más salida que marca pero sin gravitar, Parra tampoco acompañó.

Los mensajes que deja el fútbol en el contestador de River le acarician el orgullo pero le refrescan –como si el técnico no lo supiera ya– las tareas pendientes –regularidad, coordinación defensiva–, que todavía son más que los logros. Aunque no deslumbra, por ahora cautiva a su gente. Mientras tanto, los resultados lo sostienen arriba.


Estadio: River.

Arbitro: Néstor Pittana.

Goles: 8m y 18m, Funes Mori (R); 17m, Silvera (I); 25m, Ferrari (R); 89m, Carrizo (R), en contra.

Cambios: 50m, N.Martínez (5) por Gracián (I); 56m, Parra (4) por Pacheco (I); 64m, M.Díaz por Lanzini (R); 77m, Cabrera por Fredes (I) y Caruso por Funes Mori (R).

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Ferrari se prepara para definir su gol, el tercero de River, que terminó siendo el del triunfo.
Imagen: Alejandro Leiva
 
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