Lunes, 3 de enero de 2011 | Hoy
FúTBOL › CARLOS ABDO, EL NUEVO TITULAR DE SAN LORENZO, HACE NEGOCIOS CON GRONDONA Y CON VILA
Conmovió al mercado con ofertas millonarias, pero se mueve con límites difusos cuando se trata de hacer negocios con el fútbol. Es socio en una constructora ligada al titular de la AFA y tiene intereses en el canal del opositor mendocino.
Por Gustavo Veiga
Para Carlos Eusebio Abdo, lo único estático en su vida de emprendedor es el nombre de la empresa que engordó su fortuna, Publicidad Estática Internacional SA, con la que facturaba unos 55 millones anuales en 2008, le dio cierta notoriedad en el mundo del fútbol hasta que lanzó su candidatura a presidente de San Lorenzo. A diferencia de su compatriota, amigo y hombre de medios, Carlos Avila, quien intentó tímidamente llegar al gobierno en River, este paraguayo de 57 años ganó la elección en el club de Boedo con 2935 votos, la cantidad más alta en toda su historia. Se impuso con demasiada facilidad, aunque todavía no ha podido evitar que sus negocios se confundan con el nuevo rol de dirigente que ocupa. Asegura que se desprendió de los porcentajes de pases de jugadores que tenía en su poder –y que aún integran el plantel que conduce Ramón Díaz–, pero un socio lo impugnó sin éxito y recibió denuncias de sus competidores por esa presunta incompatibilidad.
Su formidable campaña de marketing para acceder a la presidencia le permitió decir que vivió el “día más importante” de su vida apenas triunfó. Lo que hasta ahora no contó es que integró o integra Conenar, una constructora ligada a Julio Grondona y que los carteles de los estadios constituyen la base de su exclusiva fortuna, amasada por la combinación entre publicidad oficial y la relación comercial que supo cultivar con el Grupo Clarín.
Cuando se rastrea información del empresario en Internet o en bancos de datos comerciales, se comprueba de qué manera fue levantando su emporio. El 10 de marzo de 2008, un decreto de la Gobernación de Santiago del Estero le permitió acceder a un contrato de publicidad oficial para avisos institucionales. Estática Internacional cobró 2.437.606,71 pesos gracias a que el gobernador Gerardo Zamora puso la firma para difundir su obra en los estadios. La compañía, según el propio Abdo, nació como una sociedad de hecho junto a su esposa, siguió como SRL, luego SA y se transformó en una fuente de trabajo para sesenta empleados con oficinas en Puerto Madero. Su página web anuncia que comercializa carteleras fijas, rotativas y las más modernas y digitales LEDS. El presidente de San Lorenzo afirma que ya se desvinculó de ella y que se la delegó a su hijo.
Abdo descubrió este redituable emprendimiento hace más de treinta años. Según la prensa gráfica paraguaya, se inició con un empresario de ese país, Leo Cohan, propietario de los carteles de publicidad que en Asunción comenzaban a rendir un buen dinero. “Increíblemente, los paraguayos, en esa época, tenían bien organizado el negocio. Armaban partidos de fútbol exclusivamente para vender estática al mercado brasileño. Y yo era el encargado de ir a colocar los carteles cada vez que había un partido fuera del Paraguay”, le detalló a la revista Noticias en una entrevista. Mucho antes de que se iniciara en esa actividad había llegado a la Argentina, donde se hizo hincha de San Lorenzo movilizado por los goles de Angel Berni, un puntero derecho guaraní que se destacaba en el Viejo Gasómetro.
Las huellas empresariales de Abdo pueden rastrearse en la Alcoholera San Lorenzo, donde fue director suplente; la constructora Conenar, cuyo directorio integra Genaro Aversa, el yerno del presidente de la AFA y en la que el paraguayo –según un informe comercial– figura como gerente; Seniors Sports Marketing SRL, en la que aparece como socio; y la más conocida Publicidad Estática Internacional, de la que afirma haberse alejado. Pero las iniciativas comerciales más recientes de Abdo se vincularon con los medios de comunicación. Produce el programa de América 2 Sin codificar, que conduce Diego Korol, y puso un pie en el vóleibol gracias a Marcelo Tinelli. “Siempre estamos atentos a diferentes oportunidades de negocios”, dijo refiriéndose al conductor de Showmatch. En el canal tendría acciones junto a Daniel Vila, el presidente del club Independiente Rivadavia de Mendoza y enemigo declarado de Grondona, al que aspira a reemplazar en la AFA en las elecciones de octubre de este año.
La compra-venta de jugadores lo transformó en una especie de mecenas de San Lorenzo, al que le aportó pequeñas porciones de los pases de Juan Carlos Menseguez, Fabián Bordagaray, Gastón Aguirre, Aureliano Torres y Juan Manuel Torres. En algunas de las operaciones se le atribuyó una sociedad con Raúl Delgado, el ex secretario de Medios de Carlos Menem. Hace veinticuatro años que, según él, hace aportes de dinero en el club. El último rondó los 185 mil dólares para futbolistas. Abdo consolidó su perfil de nuevo millonario asociado al Grupo Clarín. Consiguió publicidad a discreción, se volvió un personaje masivo y finalmente ganó la elección por paliza. Fue, de los seis candidatos, el mejor instalado en los medios. Cualquier semejanza con Mauricio Macri en Boca, allá por 1995, es pura coincidencia. Lo que no parece ser una coincidencia es el estilo que comparten, desprejuiciado y con límites difusos cuando se trata de hacer negocios en el fútbol.
Por lo pronto salió a comerse el depreciado mercado de pases con ofrecimientos millonarios por Walter Erviti y Néstor Ortigoza. La mayoría de los hinchas se entusiasmó con el ímpetu del empresario. Pero otros, desconfiados porque no todo lo que reluce es oro, dejaron sus diatribas en los foros de Internet: “Les recuerdo que este buen hombre sigue siendo la cabeza del grupo inversor que fundió a San Lorenzo en estos últimos años...”. Abdo lo niega hasta hoy. Sólo reconoce que compró “pedacitos de jugadores para ayudar al club”. Y que los donó ante escribano público como si donara un diezmo en la Iglesia.
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