¡Qué cosas que tiene el fútbol! Riquelme jugó el partido más flojo de la temporada, lejísimo de lo que produjo en el 1-4 contra Godoy Cruz, no ganó en ninguna gambeta frontal, metió apenas un pase de gol (muy por debajo de su media habitual), no definió muy bien en una jugada en la que llegó libre y sin embargo terminó en el centro de la escena, con el gol que definió el partido.

El gol de Boca (el tercero en el campeonato, el que acabó con más de siete horas de juego en blanco) ocurrió a los 16 minutos del segundo tiempo. Vale la pena poner el foco en la jugada y en lo que ocurrió después.

Riquelme ejecutó un tiro libre desde un costado del área, a unos 25 metros del arco, con mucha fuerza. Pozo, mal parado, no ofreció demasiada resistencia y la pelota terminó en la red. El 10 de Boca salió corriendo hacia el banco para abrazarse con Viatri, que esperaba turno para entrar en reemplazo de Palermo. De estos tres temas encadenados se va a hablar mucho durante la semana: el gol de Riquelme, el abrazo con Viatri y la decisión de Falcioni de sacarlo a Palermo.

El DT se decidió después de un ataque profundo de Boca que casi termina en gol de contraataque de Colón por un pase fallido del grandote Nº 9. La salida del ídolo era otra carta más que se jugó el entrenador, tratando de encontrar el rumbo. Entre todos los ensayos, ayer puso en la cancha a un equipo con tres centrales y dos laterales para solidificar el fondo, rodeó a Riquelme con Erviti y Chávez (flojitos los dos) e imaginó que Palermo podría estar bien abastecido. A la hora de la verdad, la pelota le llegó poco, pero el 9 ayudó a su sequía desviando un cabezazo desde cerca en una de esas jugadas que antes, invariablemente, terminaban en la red.

La fórmula que muchas veces sugirió Riquelme (que Clemente Rodríguez le pase velozmente por el costado) estuvo a punto de darle el primer gol a Boca en dos ocasiones. En una, Román recibió la devolución del lateral y no pudo con Pozo; en la otra, Clemente clavó el centro en la cabeza de Palermo en la acción antes mencionada.

Boca no tuvo muchas ideas para atacar, pero mejoró (acaso porque se abrieron un poco los espacios con el 1-0 ya puesto) con el ingreso de Viatri. De todos modos, y a pesar de que estuvo lejos de redondear una actuación convincente, el equipo visitante fue más que su rival en el balance de los 90 minutos.

Colón aportó al partido la firmeza de Prediger, la indeclinable búsqueda del Bichi Fuertes, algunas pinceladas de Damián Díaz en el arranque (luego se diluyó por completo) y poco más. Pudo empatar sobre el final con un remate de Acosta que atajó bien Lucchetti y un cabezazo del mismo Acosta que hizo salir la pelota junto a un poste, pero mostró muchas grietas defensivas y poca precisión en el tránsito de la zona central. Para colmo terminó con diez por la expulsión de Garcé, después de una patada criminal a Colazo. Un símbolo inequívoco de impotencia.

Perdió Colón y lo merecía.

Ganó Boca y es noticia.

Estadio: Colón.

Arbitro: Patricio Loustau.

Gol: 60m, Riquelme (B).

Cambios: 63m, Viatri por Palermo (B); 67m, Acosta por D. Díaz (C); 72m, Graciani por Quilez (C); 80m, Colazo por Erviti (B); 81m, Lessman por Higuaín (C); 87m, Mazzola por Chávez (B).

Incidencia: 88m, expulsado Garcé (C).