Lunes, 1 de agosto de 2011 | Hoy
FúTBOL › EN EL ARRANQUE DEL APERTURA SE HABLA MáS DE LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES QUE DE LOS NUEVOS EQUIPOS
La reforma de los torneos que se propone desde la AFA provocó que el armado de los planteles para el nuevo campeonato pasara casi inadvertido. Por primera vez sin River, el resto de los clubes, salvo Estudiantes y en menor medida Boca, consiguió pocos refuerzos.
Por Adrián De Benedictis
La temporada del fútbol argentino comenzará dentro de tres días, con los primeros encuentros de la Primera B Nacional, pero con la particularidad de que puede llegar a ser un período histórico para esta actividad, a partir de los cambios estructurales que podrían aparecer antes de fin de año. Lo único seguro es que el inicio será similar al año anterior, aunque nadie puede asegurar cómo será el destino, allá por junio de 2012. La posible fusión entre los torneos de Primera División y la segunda categoría del ascenso, que se definiría con una reunión extraordinaria en noviembre próximo, permite vislumbrar un horizonte cargado de interrogantes. Mientras tanto, en el medio, muchos clubes no sabrán hacia dónde apuntarán la mira.
El rechazo generalizado que causó la iniciativa de organizar un campeonato con 38 equipos, dejó con poca reacción a los directivos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), y por ese motivo no hay certezas acerca de si la disputa de los certámenes sufrirá modificaciones sobre la marcha. Y esto puede provocar mayor estupor aun con el torneo en juego. Una de las posibilidades es que desaparezcan los promedios en la mitad del campeonato, con lo cual la aceptación o no del nuevo diagrama se inclinaría según las entidades que estén comprometidas en ese momento. Es decir, si un club tiene un mal arranque en el Apertura, en el cual su permanencia en la máxima categoría puede estar en riesgo, podría votar a favor del cambio, cuando por estas horas está en desacuerdo.
De la misma manera puede ocurrir con los conjuntos de la B Nacional. Si un equipo se escapa en los primeros puestos y se perfila para ser campeón, le provocaría malestar que otro que se encuentra perdido en la mitad de la tabla puede ascender de la misma manera, por el solo hecho de ubicarse entre los 16 primeros. En distintas situaciones, los votos de las autoridades de las instituciones sufrirían un vuelco inesperado.
Con esas condiciones se iniciarán todos los torneos, y los clubes no tendrán la claridad necesaria para programar un año que puede quedar marcado sobre todo por lo inesperado que pueda resultar.
A pesar de ello, las entidades siguen adelante e intentan imaginarse un período normal, más allá de los imponderables que pueden surgir. En ese marco, el que parece apuntar otra vez a todo es Boca, que buscará ganar el título luego de tres años de frustraciones. El técnico Julio Falcioni solicitó refuerzos y fue complacido por los dirigentes. Con la base del torneo anterior, llegaron Rolando Schiavi (de 38 años), Agustín Orion, Franco Sosa y Darío Cvitanich. Y en los próximos días podría arribar el arquero uruguayo Sebastián Sosa. En ese puesto ya no están Cristian Lucchetti (regresó a Banfield) y Javier García, quien recaló en Tigre.
La mayor incógnita de Boca será saber cómo reemplazará los goles de Martín Palermo, quien dejó la actividad en mayo último. La dupla integrada por Viatri y el recién llegado Cvitanich será la que tratará de que no se note esa ausencia. Ambos comenzaron a responder en la gira europea, ya que el ex Banfield marcó ante Espanyol de Barcelona y Viatri gritó ante el Arsenal inglés el sábado pasado.
El otro equipo que también buscará recuperar la gloria alcanzada el año anterior es Estudiantes. Para lograrlo repatrió a Miguel Angel Russo en la conducción, y así ocupará el cargo que dejó Eduardo Berizzo. Pero también sumó nombres importantes entre los protagonistas, entre los que se destaca Mauro Boselli. El delantero jugó el último semestre en el Genoa de Italia y anteriormente lo había hecho en Inglaterra, pero en ambos países no tuvo mucha repercusión. Por ese motivo, el ex Boca tendrá como prioridad volver a convertirse en un goleador temible, como lo fue en la Copa Libertadores 2009, donde Estudiantes se consagró como el mejor de América.
Además de Boselli, también llegaron hombres de jerarquía como el paraguayo Justo Villar, de gran rendimiento en la Copa América realizada en el país, donde su aporte fue clave para que Paraguay obtenga el segundo puesto. Y estarán el colombiano Carlos Carbonero, Christian Cellay, Mariano González, Mauro Fernández, José Luis Fernández, Diego Galván y Facundo Coria, entre otros. Como siempre, la capitanía la tendrá Juan Sebastián Verón, quien parece haber superado sus inconvenientes físicos y se encuentra en condiciones óptimas. Entre los ausentes más notorios están Federico Fernández (Napoli), el mencionado Orion y Hernán Rodrigo López, que tendría todo acordado para pasar a Banfield.
El resto de los equipos de Primera no ha convulsionado el mercado con grandes contrataciones, y se destacan algunos retornos de futbolistas, después de experiencias en el exterior. Esos son los casos de Osmar Ferreyra y Gino Clara, quienes arreglaron en Independiente; de Sebastián Saja, en Racing, y del uruguayo Ernesto Chevantón, en Colón. Otro apellido fuerte que intenta sumar el último campeón de la Copa Su-
damericana es el de Ernesto Farías. El goleador que jugaba en el Cruzeiro de Brasil aún no logró ultimar los detalles contractuales, pero el club buscará hacer el esfuerzo económico necesario porque lo quiere en el plantel. Seguramente para reemplazar a Andrés Silvera, que pasó al ascendido Belgrano.
Independiente tendrá muchos compromisos internacionales además del Apertura, y pasado mañana jugará la Copa Suruga Bank en Japón, ante el Jubilo Iwata. Luego jugará la final de la Recopa Sudamericana ante Inter de Brasil, y hay un principio de acuerdo para reeditar la Copa Interamericana con Monterrey de México. Además, por ser campeón, el conjunto de Avellaneda ingresará directamente en la segunda ronda de la Copa Sudamericana de este año.
El último campeón del torneo Clausura y considerado el mejor del fútbol argentino, Vélez, no contará más con dos jugadores determinantes: Maximiliano Moralez y Ricardo Alvarez. El primero se fue a Italia para lucir la camiseta del Atalanta de Bérgamo y el segundo está en el mismo país, pero jugará en el Inter de Milán. El equipo de Liniers no realizó incorporaciones para reemplazarlos, y el que se perfila para ocupar el puesto de enlace es David Ramírez, a pesar de que no es su lugar natural. De esta manera, el desafío de Vélez será saber si es capaz de volver a posicionarse en los primeras ubicaciones, aun sin contar con los dos talentosos volantes.
Otro episodio destacado sucederá en la temporada 2011-2012, y es que River no estará en Primera División por vez primera en sus 110 años de historia. El equipo se prepara para debutar en la B Nacional ante Chacarita, el martes 16 de agosto, y para regresar el año próximo a la A recuperó a dos delanteros de prestigio para el ascenso: Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez. El atacante de O’Brien pasó por Europa sin mucho brillo y últimamente se estaba desempeñando en el Internacional de Porto Alegre. Domínguez pasó de Rusia a España, y llega a River desde el Valencia. Para la defensa llegó el experimentado Agustín Alayes, que luego de Estudiantes y Quilmes jugó en Colo Colo de Chile.
River no contará en el arco con Juan Pablo Carrizo y su lugar sería ocupado por el chico Leandro Chichizola, quien estaría un espacio más adelante que Daniel Vega. Otro de los que no estará es Mariano Pavone, quien no renovó el préstamo y aún no tiene destino seguro, aunque hay chances de que juegue en Lanús. El juvenil Erik Lamela también se despidió luego de descender y participará ahora de la Liga italiana para vestir la camiseta de la Roma.
Pero el que pasó a ocupar otra función en el equipo es Matías Almeyda, que de capitán se convertirá en el director técnico, después del alejamiento de Juan José López. El ex volante central aceptó el ofrecimiento del presidente Daniel Passarella y tendrá la misión de encontrar una línea de juego que le permita aspirar al título. La primera decisión fuerte que tomó Almeyda fue no incorporar al ídolo Ariel Ortega, quien debía regresar de All Boys, pero no será tenido en cuenta como jugador. El entrenador le mostró su interés de que se sume al cuerpo técnico, pero el jujeño pretende seguir adentro de la cancha, aunque todavía no encontró institución para hacerlo.
Con este presente, la temporada que está muy cerca de dar su puntapié inicial no será una más. La dirigencia tendrá la oportunidad de hacer que todo transcurra con normalidad y se desarrolle con transparencia, o que otro desorden pueda dominar la escena y las sospechas se posicionen por delante de los goles.
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