La ilusión de Racing por esta nueva etapa que se abre puede sintetizarse en la cara emocionada del Coco Basile, envuelto en las serpentinas arrojadas desde la tribuna y en el inmenso cariño de las tribunas que estuvieron varios minutos cantando el sueño de la vuelta olímpica de la mano del DT.

La primera decepción de Racing por el empate sin goles contra Tigre también se sintetiza en el rostro de Basile: se fue de la cancha serio, mordiendo la bronca por la pobre actuación del equipo, que dio muchas ventajas defensivas y que sólo generó algunos poquitos momentos de buen juego.

Tigre, que libra una dura batalla para salir de la zona de descenso y que había perdido los últimos tres partidos del campeonato anterior, por momentos superó claramente a Racing y generó más situaciones de gol, lo que indica que estuvo un poco más cerca de la victoria.

El equipo de Arruabarrena jugó con tres en el fondo, un solo delantero y una banda de mediocampistas que cumplieron la doble misión de no darles espacios a Gio Moreno y a los demás volantes rivales, y manejar cortito la pelota para progresar prolijamente en la ruta hacia el arco de Saja.

No fue bueno el partido, pero estuvo matizado con algunos chispazos aislados. De un lado, Cachete Morales y Román Martínez crearon algunas interesantes conexiones; del otro lado, Gio Moreno fue prácticamente el único generador de juego de Racing. El colombiano le puso el sello de su talento a algunas acciones en la mitad de la cancha y probó con buenos remates de media distancia cuando se aproximó al área, marcando un camino que no siguieron sus compañeros.

Los remates del colombiano (que tuvo poca ayuda de Teo Gutiérrez) no se concretaron porque Javier García anduvo muy bien, muy seguro, achicando hacia delante para hacer fácil lo difícil y volando cuando las circunstancias lo exigían. Paradójicamente, Moreno demoró demasiado el remate en una jugada sobre el final en la que quedó muy libre en el borde del área chica, aunque desde un ángulo cerrado. Otro que se chocó con García fue Hauche, quien no pudo concretar un buen mano a mano.

Tigre, por su parte, tuvo varias vías de llegada, lo que demandará mucho trabajo de ajuste en la línea de fondo de Racing. Los muchachos de Basile, en los pelotazos aéreos en su propia área, recurrieron sistemáticamente al agarrón, ante la mirada desatenta de Abal. Los de Arruabarrena pudieron ganar el partido en cualquiera de esos centros y también en una buena jugada que no terminó bien Galmarini, en otra en la que el chiquitito Carrasco le dio muy abajo a la pelota desde la entrada al área chica y en varios disparos de media distancia.

Otra síntesis del partido fue que el grito de “la Acadé, la Acadé” fue tapado por el de “Matador, Matador”.

Estadio: Rafaela.

Arbitro: Fernando Rapallini.

Goles: 16m, Fissore (R); 60 y 90m, Gandín (R), el primero de penal.

Cambios: 53m, Pavetti por Gaitán (R); 59m, Ferreyra por Chávez (B); 60m, Quinteros por Guillermo (B); 66m, Carignano por F. González (R); 68m, Eluchans por De Souza (B); 70m, Carrera por I. Juárez (R).

Incidencia: 82m, expulsado Delfino (B).