El plantel de San Lorenzo trabajará hoy a “puertas cerradas” por decisión de su DT, Leonardo Madelón, en procura de una tranquilidad que asoma lejana, tras la derrota 4-1 del viernes pasado con Lanús, en el arranque del torneo Clausura. “El grupo necesita tranquilidad”, deslizó Madelón a uno de sus colaboradores, para entregar un argumento convincente que justifique la decisión. Situado en zona de Promoción, el equipo de Boedo sufrió un duro golpe en el estreno en el campeonato. Según palabras de su propio entrenador, en el seno del grupo “hay dolor, pero nadie está muerto”.