Racing y Lanús no se sacaron ventajas en un partido sin goles ni emociones. Los de Avellaneda arrancaron mejor, pero la visita lo emparejó, aunque ninguno estuvo cerca de establecer la diferencia en el tanteador. El equipo del Mellizo Guillermo no supo repetir el buen nivel que demostró en las primeras tres fechas, aunque sigue primero e invicto. El dueño de casa apreció el empate, pero no así su gente, que se fue disconforme con el rendimiento de un equipo tibio y sin rebeldía.

Temprano, minutos antes de salir al campo de juego, el equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto recibió las buenas noticias que llegaban desde el sur de la Capital Federal. River había perdido el invicto ante San Lorenzo y tenía la chance de destronarlo de la cima de la tabla. Tan sólo el empate le alcanzaba para coronarse como único puntero del torneo Final. Ante semejante oportunidad, el visitante salió decidido a ser protagonista. Sin embargo, enfrente tuvo a un rival que se encargó de no facilitarle las cosas y que supo cerrarle los caminos.

El renovado conjunto de Avellaneda, que contó con cuatro variantes con relación al duelo del fin de semana pasado ante Independiente, demostró sus intenciones de hacer borrón y cuenta nueva para olvidar rápidamente su derrota en el clásico. El ingreso del delantero Rodrigo De Paul le brindó más frescura al ataque del equipo de Zubeldía que, sin ser muy superior, manejó un poco más la pelota que su rival en la primera mitad. Ante el dominio del local, los del Mellizo apostaron al contragolpe e incluso inquietaron en alguna que otra pelota parada. Como a los 23 minutos, cuando el defensor Víctor Ayala se hizo cargo de un tiro libre y con un derechazo, la pelota se fue apenas afuera del ángulo derecho del arquero. Lanús respondió diez minutos después, con un remate desde afuera de un viejo conocido de la visita, Agustín Pelletieri, que tapó sin problemas Agustín Marchesín.

Racing se mostraba más firme, pero no conseguía la profundidad ofensiva necesaria para lastimar. En esa malaria ofensiva fue Lanús el que contó con la más clara, a los 34 minutos, en un contragolpe que manejó Silvio Romero, el jugador más peligroso del partido. Con un pase entre líneas, ante una defensa repleta de grietas, el atacante asistió de manera magnífica a Ismael Blanco, que quedó mano a mano, pero definió al cuerpo de Sebastián Saja.

En el complemento, ambos equipos se prestaron la pelota y las pocas situaciones. La visita, que sobre el cierre ya no tuvo a su entrenador Guillermo, expulsado, ni al defensa Vizcarrondo, lesionado, equilibró la posesión de la pelota, pero nunca encontró el camino del gol. Racing se quedó sin armas y priorizó la firmeza defensiva, con la ilusa esperanza de que alguno de sus delanteros se iluminase y fabricara el tanto de la victoria. Con la igualdad, Lanús es único líder, aunque desaprovechó la chance de escaparse arriba, y lejos estuvo de aquel equipo que arrasó en las primeras tres fechas del torneo.

Estadio: Racing.

Arbitro: Diego Ceballos.

Cambios: 70m Fariña por Pelletieri (R), 70m Pérez Guedes por Camoranesi (R), 84m Lluy por Pillud (R), 88m Balbi por Vizcarrondo (L), 89m L. Díaz por Blanco (L).