FúTBOL › LE GANO A TALLERES EN CORDOBA Y ALCANZO A BOCA
River se subió al tren de la punta
Los cordobeses complicaban al equipo de Núñez más de lo que se esperaba, y entonces Pellegrini sacó a D’Alessandro del banco y lo mandó a hacer lo que mejor sabe. Con el fútbol que el volante le imprimió, River cambió la cara y el resultado y se marcha confiado a Paraguay.
A River le costaba marcar diferencias ante Talleres, pero el técnico Manuel Pellegrini mandó a la cancha a Andrés D’Alessandro y éste le cambió la cara al equipo, que al final goleó ayer a los cordobeses por 3-1, con tantos de Guillermo Pereyra, Eduardo Coudet y D’Alessandro, mientras que Germán Real marcó, de penal, para los locales. Con el triunfo –y el empate de Boca ante Olimpo–, River alcanzó la punta del Clausura con 19 puntos, mientras que Talleres está en zona de promoción.
En apenas un minuto de juego, Talleres había forzado tres tiros de esquina y le avisaba a River que el trámite no le iba a resultar nada fácil. Sin embargo, River golpeó primero cuando a los cuatro minutos Guillermo Pereyra, habilitado por Esteban Fuertes, definió sin problemas para poner el encuentro 1-0. La ventaja tranquilizó a River e hizo que Talleres perdiera el control de la pelota y mostrara importantes fallas en los últimos metros.
River pudo ampliar, a los 11, pero Luis Islas desvió con una mano un disparo de Fernando Cavenaghi. Talleres se dio cuenta de que el negocio estaba en atacar por los costados, donde River flaqueaba. Claudio González y Germán Real desbordaban seguido y el arco de José María Buljubasich pasaba zozobras. A los 32, Leonardo Astrada perdió el balón con Claudio González, y éste se fue hacia al área donde Martín Demichelis lo tomó del pantalón. Daniel Giménez no dudó y sancionó el tiro penal, que Germán Real transformó en gol con un remate a la derecha de Buljubasich, quien se tiró para el otro lado. Hasta el final del primer tiempo, Talleres se mostró más ambicioso que River.
El comienzo del complemento fue muy flojo para los dos conjuntos. Sin embargo, el ingreso de D’Alessandro por Ludueña, a los 54, cambió el trámite. D’Alessandro le dio otra fisonomía al ataque de River, que enseguida volvió a ponerse en ventaja con un cabezazo de Coudet, quien conectó un centro enviado desde la derecha por Fuertes. Talleres sintió el impacto, mientras River continuaba creciendo gracias al buen trabajo de D’Alessandro. Luego de una pared entre Cavenaghi y D’Alessandro, éste último definió con jerarquía para poner el marcador 3-1.
River estuvo cerca del cuarto gol cuando, a los 76, en un tiro libre ejecutado desde la puerta del área, Cavenaghi estrelló el remate en el travesaño. A los locales les quedó una chance para descontar, pero no pudo ser: Claudio González cabeceó en la puerta del arco de Buljubasich, tras un centro de Real, pero se le fue afuera.
Allí se terminó el partido. Talleres se apagó, River se dedicó a circular el balón y no intentó más goles, porque el desarrollo le permitía jugar con tranquilidad, y además no apretó el acelerador con el objetivo de ahorrar energías con vistas al decisivo partido por la Copa Libertadores del próximo miércoles ante Libertad de Paraguay, en Asunción.