El anhelo final suele ser esquivo cuando se lo pretende lograr a cualquier precio. Y generalmente, si se utilizan los caminos adecuados, aparece más cercano. Estudiantes continúa sin poder ganar en el torneo Final, pero ayer en Liniers dejó en claro que si elige continuar exhibiendo el juego que desplegó, el éxito se presentará seguido. El conjunto platense sólo pudo igualar ante el local, después de haber mostrado un nivel superior al de su adversario. Vélez está apostando todo a la Copa Libertadores, y si bien ayer actuaron varios de los jugadores titulares, el rendimiento es muy diferente.

Estudiantes tenía bien claro cuál era su necesidad, y desde el inicio se fue adueñando del control del encuentro. El acierto mayor fue la ubicación de cinco mediocampistas, quienes les quitaron la pelota a sus rivales y la administraron con criterio. Entre Jara y Gelabert se encargaban de hilvanar los circuitos ofensivos, y ellos terminaban buscando a Zapata, el más peligroso de los delanteros.

El colombiano tuvo una gran tarde. Su movilidad provocó que los defensores de Vélez no pudieran detenerlo con facilidad, y encima cada vez que aguantaba la pelota la defendía con acierto. Estudiantes tuvo durante el primer tiempo seis situaciones claras para ponerse en ventaja, pero sus jugadores fallaban en la definición en algunas, y en otras encontraban buenas reacciones del arquero Sosa. Vélez apenas tuvo una, pero no tan clara como las del visitante.

Vélez trató de cambiar su imagen en la segunda parte, pero entre la imprecisión de sus jugadores y la violencia en algunas acciones, el fútbol fue perdiendo interés. Y los goles aparecieron luego de los 30 minutos: Insúa recibió la pelota de Domínguez, de frente al arco, y convirtió pegándole al lado del palo. El local no pudo festejar demasiado, debido a que, un minuto después, Benítez ejecutó un tiro libre en línea recta, la pelota no pegó en nadie y terminó ingresando.

Con la igualdad, ninguno quedó conforme, pero Estudiantes al menos se fue con la sensación de que por esa vía el presente puede cambiar más rápido.