El primer gol merece que la imagen se congele primero en el momento en el que Luciano Lollo se levanta un metro del piso y arquea el cuerpo para darle más fuerza al cabezazo con el parietal derecho. Y segundo, en el vuelo de Torrico, mientras la pelota se mete cerca del ángulo superior derecho de su arco, ensanchando la espectacularidad de la acción.

En el segundo gol hay que detenerse en el momento en el que Castillón toca sutilmente la pelota sobre la salida de Torrico, después de haber aguantado muy bien el trancazo de Fontanini. Una definición exquisita, para el aplauso.

Dos goles lindos que sirvieron para levantar la nota de un partido tirando a malo, con muchas infracciones, pocas llegadas, decenas de pases equivocados y errores de concepto en muchas jugadas. Como dato para anotar en favor del espectáculo (que también ayuda a explicar el 2-0) se debe marcar que el equipo de Diego Cocca mostró la intención de manejar la pelota por abajo y de asociarse con toque pretendidamente prolijo en la búsqueda del arco rival.

A favor de San Lorenzo hay que destacar su insistencia en la búsqueda del empate, en especial cuando Racing se quedó con diez por la expulsión de Hauche, despreocupándose de los posibles contraataques del rival. Casi se le da la igualdad en la jugada más clara de la que dispuso, sobre el final del partido, pero Blandi no le pudo entrar bien a la pelota y permitió la atajada de Saja.

Esa misma acción fue el prólogo del tanto que cerró el partido. Y no es ése un detalle menor: San Lorenzo tuvo la gran ocasión para empatar el encuentro y no la pudo aprovechar; Racing contó con la gran chance de cerrar el encuentro y no falló.

Los goles y las situaciones de gol (se podrían agregar un cabezazo de Lollo en el primer tiempo, un toque suave de Centurión y casi nada más) fueron pincelazos coloridos en un partido gris que se jugó bastante lejos de los arcos, sobre todo en el período inicial. Ya sea porque marcaban mucho y jugaban poco, o porque no daban espacios o no sabían abrirlos, casi todo el período inicial fue insípido, chato, carente de emoción.

La segunda parte fue un poquito mejor porque Racing ajustó la mira en los pases de la mitad de la cancha y fue desarmando de a poquito a su rival, manteniendo la pelota lejos de Saja. Las buenas intenciones de darle un poco de lustre al juego tuvieron un pico de explosión jubilosa de los hinchas cuando Acevedo metió un caño limpito en la mitad de la cancha, después de otros momentos de toques continuados entre jugadores de camiseta celeste y blanca. La gente responde muy bien ante los estímulos, aunque lleguen espaciados.

El orden defensivo se complicó un poco cuando Hauche se fue expulsado (5 rojas en 144 partidos, una enormidad para un delantero) y, al quedar con diez, se metió atrás a la espera de los embates del rival.

La derrota no le dolió demasiado a San Lorenzo por dos razones fundamentales: 1) jugó con muchos suplentes, porque varios titulares quedaron exhaustos o viajaron para arreglar situaciones personales, después de la final contra los paraguayos; y 2) está dulce y lo único que les interesaba a sus hinchas era ver que el equipo saliera a la cancha con la camiseta con la inscripción “Campeón de América” y comprobar que quedó definitivamente enterrado aquello de “ganá una Copa / la puta que te parió”.

La victoria merecida de Racing, sumada a la que se había conseguido la semana pasada contra Defensa y Justicia, abre la ilusión de los hinchas, que sienten que de a poquito se está armando un buen equipo que podrá pelear bien arriba en el campeonato. No es historia nueva esto de que gana dos partidos seguidos (lo que no sucedió en el arranque de un torneo en los últimos cuatro años), provoca la euforia de la gente y después se deshilacha; pero se reforzó bien, tiene buenos jugadores y un técnico joven y talentoso. Hay un nuevo crédito abierto.

Estadio: Racing.

Arbitro: Néstor Pitana.

Goles: 45m Lollo (R); 90m Castillón (R).

Cambios: 57m Blandi (4) por Cauteruccio (SL); 63m Centurión por Acuña (R); Barrientos por Prósperi (SL); 67m Ortigoza por Quignon (SL); 73m Castillón por Milito (R); 88m Campi por G. Díaz (R).

Incidencia: 79m expulsado Hauche (R).