Con un estadio Monumental repleto e iluminado por los fuegos artificiales, River extendió su presento exitoso y le arrebató el invicto a Central con una definición exquisita del colombiano Teófilo Gutiérrez y un pechazo de Mayada en el minuto final del encuentro. El dueño de casa trepó al segundo puesto, a tres puntos de San Lorenzo con un partido menos, mientras que el conjunto dirigido por Eduardo Coudet perdió por primera vez en el torneo. Para que la fiesta fuera completa, Pablo Aimar ingresó en el minuto 75 y volvió a jugar en River después de 14 años.

Con el objetivo de la Copa Libertadores aplazado hasta el 15 de julio, el torneo de Primera División volvió a recuperar su protagonismo. Mucho más cuando River sigue enfocado y con la voracidad de sumar de a tres en todos los encuentros. Con ese hambre salió a buscar el partido. Con Laterales con vocación ofensiva, un mediocampo que presionaba arriba, un enganche clásico y dos hombres de punta para doblegar a Central, que no conocía la derrota. Para contener ese caudal futbolístico, el elenco rosarino esperaba con un mediocampo sobrepoblado y con Marco Ruben como única referencia adelantada. Franco Cervi, con su velocidad, y César Delgado, de constante movilidad, eran los encargados de asistir al goleador del campeonato que debía vérselas con Ramiro Funes Mori.

En ese trámite, Pisculichi, quien se volvió a calzar la pilcha de armador, recibió un pase de Rojas, habilitó con precisión a Teófilo Gutiérrez y el delantero colombiano, con frialdad y la confianza de los que andan afilados, le pinchó la pelota a Caranta para decretar el 1-0 a los 13 minutos. Tras un error de Donatti, lo tuvo primero Rojas, quien no pudo con Caranta, y luego Pisculichi, que probó con un zurdazo que salió desviado. La supremacía local se hacía notar en el campo de juego, pero el trámite pudo haberse modificado si Pitana, o el juez de línea, hubieran visto el codazo que le aplicó Funes Mori a Marco Ruben en su área. Era expulsión y penal, pero la agresión sin pelota quedó sin sanción.

De todas formas, esa jugada mostró el camino. El negocio era por el sector izquierdo, aprovechando el tándem Villagra-Aguirre y que el uruguayo Camilo Mayada no siente tanto la marca como la proyección. Barovero volvió a demostrar que es un arquero de equipo grande y evitó el empate con una gran volada ante el derechazo de Nery Domínguez, en la jugada más peligrosa del conjunto visitante en el minuto 25. Cinco minutos después, el arquero volvió a clausurar su arco ante una embestida de Marco Ruben. Recordando el cabezazo conseguido en Belo Horizonte, ante Cruzeiro, Maidana lo intentó por la vía aérea. Pero no tuvo tanta precisión para alterar el marcador antes de que finalice la primera etapa.

En el complemento, sorpresivamente, Coudet hizo ingresar a Gustavo Colman en lugar de Franco Cervi con el objetivo de dominar la pelota. Pero se le hacía difícil sortear la barricada compuesta por Ponzio-Kranevitter-Rojas, que aportaban corte y confección en la zona donde se definen los partidos. Frente a esta imposibilidad, Central apeló a las pelotas paradas para probar si a través de algún centro podía encontrar lo que por abajo era una utopía. Y casi lo consigue por esa vía, ya que Barovero se erigió en figura al desactivar un cabezazo de Marco Ruben y un derechazo de Delgado.

Para salir del apremio y adelantarse en la cancha, Gallardo hizo entrar a Pablo Aimar. El jugador cordobés se mostró veloz y con su clase intacta. Sobre el final, Mayada aprovechó un rebote y sentenció el partido.

Estadio: River.

Arbitro: Néstor Pitana.

Goles: 13m Gutiérrez (R); 89m Mayada (R).

Cambios: 46m Colman (6) por Cervi (C), 62m Boyé por Cavenaghi (R), 70m Solari por Ponzio (R), 72m Niell por Musto (C), 75m Aimar por Pisculichi (R), Montoya por Gómez Andrade (C).