Lunes, 1 de junio de 2015 | Hoy
CONTRATAPA
El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, dijo que no descarta investigar el patrimonio de la familia Grondona, en el marco del escándalo de corrupción que involucró al fallecido ex presidente de FIFA. Blatter podría prestar declaración ante la Justicia suiza, que mantiene aislados a los siete dirigentes detenidos el miércoles en Zurich.
La AFIP no descarta investigar el patrimonio de la familia del ex presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y ex número dos de la FIFA, Julio Grondona, involucrado en el escándalo por supuesta corrupción en el fútbol internacional. El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray, afirmó que una posible investigación patrimonial de los Grondona “depende de con qué elementos e información se cuente”. Y agregó en declaraciones radiales: “Si hay comisiones que no fueron declaradas tendremos que hacer el ajuste e ir al reclamo por las cuestiones patrimoniales que quedan pendientes”.
Echegaray señaló que hay “situaciones en que las penas privativas de libertad no se aplican a personas que ya fallecieron”. “Pero el entramado económico, en la medida que tengamos elementos, todo es sujeto de investigación, sea quien sea”, sostuvo. “Necesitamos saber si hay dinero que ha ingresado a una persona física o a una asociación comercial y no está declarado, y si ese dinero es sujeto de pago de impuestos. Vamos a reclamar lo que nos corresponde”, sostuvo.
La Justicia estadounidense involucró a la AFA al denunciar que en mayo de 2013 la firma Datisa –conformada por las empresas Traffic, de Brasil; y Torneos y Full Play, de Argentina– “acordó pagar 100 millones de dólares de sobornos a los ejecutivos de Conmebol, quienes, además, eran miembros de la FIFA”. Las empresas que integran Datisa obtuvieron los derechos para las transmisiones televisivas, la comercialización y la organización de la Copa América. “A cambio de la firma del contrato, los dirigentes se repartieron 20 millones de dólares y una cantidad similar por cada una de las cuatro Copas América siguientes: 2015, 2016, 2019 y 2023”, prosigue la acusación de la Justicia estadounidense. Cada pago se repartía, según la investigación, en “tres millones para cada integrante del top 3 de la Conmebol: el presidente de la confederación y los presidentes de las federaciones de Brasil y Argentina”. En mayo de 2013, Grondona era el jefe de la AFA así como vicepresidente primero de FIFA, puestos que ocupó hasta su muerte, el 30 de julio de 2014, con 82 años.
El presidente de Conmebol era entonces el uruguayo Eugenio Figueredo, mientras que el jefe de la Confederación Brasileña de Fútbol era José María Marín. Ambos fueron detenidos el miércoles en la redada que la policía suiza realizó en Zurich a peticin de la fiscalía estadounidense, dos días antes de la reelección del suizo Joseph Blatter como presidente de la FIFA.
Sigue prófugos los tres empresarios argentinos imputados por la Justicia estadounidense, Alejandro Burzaco y Hugo y Mariano Jinkis. “Lo que más interesa es que estos empresarios le paguen al pueblo argentino a través del Estado lo que deben”, sostuvo Echegaray.
Varios miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA fueron ya interrogados por la Justicia suiza, y su presidente Blatter, podría también “serlo en el futuro si es necesario”, indicó un portavoz del fiscal general suizo.
“La oficina del fiscal general ha interrogado a miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA que votaron en 2010 (en la atribución de los Mundiales 2018 y 2022 a Rusia y Qatar) y no son residentes suizos”, indicó la fuente. Los responsables de la FIFA que cumplen estos criterios son siete: Issa Hayatou (Camerún, presidente de la CAF), Angel Villar (España), Michel D’Hooghe (Bélgica), Senes Erzik (Turquía), Marios Lefkaritis (Chipre), Hany Abo Rida (Egipto) y Vitaly Mutko, por otra parte ministro ruso de Deportes.
La Justicia parece haber interrogado prioritariamente a los dirigentes residentes fuera de Suiza por razones prácticas: los tenía a su disposición cuando estaban presentes en el CE en Zurich el sábado, al término de una semana en la que se dio un escándalo en la FIFA por detenciones y acusaciones de corrupción.
Los otros dos miembros actuales del Comité Ejecutivo que habían votado en 2010, Blatter y el presidente de la UEFA, Michel Platini, viven en Suiza. El número dos de la FIFA, el secretario general Jerome Valcke, está en el CE, pero no toma parte en la votación.
El portavoz de la Justicia suiza indicó que los dirigentes interrogados lo eran como “personas susceptibles de suministrar informaciones” en la investigación penal sobre la atribución de las Copas del Mundo 2018 y 2022, sin ofrecer más precisiones. Esta investigación fue abierta hace dos meses, sobre la base de una denuncia de la FIFA.
Según el diario británico The Sunday Times, Blatter debería ser interrogado por la justicia suiza junto con otros nueve altos cargos de la FIFA en el marco de otra investigación penal, abierta por la justicia suiza, relativa a la atribución de los Mundiales de Fútbol de 2018 y 2022.
Según el portavoz, “el presidente de la FIFA no será interrogado en este momento” de la investigación. “Si hace falta será interrogado en el futuro”, agregó.
Los siete responsables de la FIFA detenidos el miércoles en Zurich están arrestados “en diferentes establecimientos en el cantón de Zurich”, indicó el vocero de la Oficina Federal de la Justicia, Folco Galli. Ellos “no tienen contacto entre sí”, agregó, precisando que los siete se oponen a ser extraditados. “Hemos pedido a las autoridades estadounidenses que nos hagan llegar las solicitudes formales de extradición”, dijo.
Según el procedimiento, las autoridades suizas deben recibir estas solicitudes en los 40 días siguientes al arresto, es decir, de aquí “al 3 de julio”, explicó Galli. Si Suiza acepta las solicitudes de extradición, las personas implicadas podrán interponer un recurso a través del tribunal penal federal. Si esta institución agota todos los medios del derecho, el procedimiento puede durar unos seis meses, según el ministerio de Justicia.
“Basándose en la descripción proporcionada por Estados Unidos en su solicitud de detención, la OFJ (Oficina Federal de la Justicia) considera que los hechos alegados, a priori, podrían ser motivo de extradición”, indica el ministerio en su página web.
Sudáfrica reconoció ayer que había pagado 10 millones de dólares en 2008, pero aseguró que no se trataba de compra de votos para la obtención del Mundial 2010, como sospecha la Justicia estadounidense en el marco del escándalo de corrupción que golpea a la FIFA.
El acta de acusación de la justicia estadounidense publicado el miércoles acusa al gobierno sudafricano y al comité de candidatura del Mundial 2010 de haber pagado 10 millones de dólares al trinitense Jack Warner, ex presidente de la Concacaf, a cambio de tres votos a favor de Sudáfrica. Esos diez millones de dólares, destinados a un fondo de desarrollo de la Concacaf, fueron, según el Independent, deducidos de los 100 millones de dólares pagados a Sudáfrica por la FIFA para la organización del Mundial.
Pero el presidente de la Federación Sudafricana de Fútbol (Safa) dijo que su país había pagado 10 millones de dólares en 2008, pero negó que se tratara de compra de votos para la obtención del Mundial 2010. El presidente de la Safa, Danny Jordaan, que era el presidente del comité de organización del Mundial 2010, reconoció que la suma fue girada en 2008, cuatro años después de que su país fuera elegido.
“¿Cómo podríamos haber podido pagar un soborno por votos cuatro años después de haber sido elegidos?”, se preguntó Jordaan, que acaba de ser elegido alcalde de Nelson Mandela Bay (Port Elizabeth). “Nunca he pagado o aceptado un soborno o algo parecido en toda mi vida”, declaró.
Thabo Mbeki, presidente del país en esa época, y el gobierno sudafricano actual han rechazado con vehemencia las acusaciones de corrupción.
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