Desde Antofagasta

Egidio Arévalo Ríos cree que sus compañeros del seleccionado de Uruguay tienen que comunicarse bien para poder frenar a la Argentina de Lionel Messi mañana en la segunda jornada de la Copa América de Chile. “No sé qué va a decidir el cuerpo técnico para el partido contra Argentina, pero nunca me siento solo para defender”, señaló Arévalo Ríos después del 1-0 sobre Jamaica.

“Siempre estamos los once, empezando por (Edinson) Cavani que es el más adelantado y terminando por Fernando (Muslera) en el arco”, añadió. “Repartimos el trabajo y comunicarnos constantemente para no quedar mal parados”, dijo sobre las claves para parar a Messi en el clásico rioplatense, al que Argentina llega necesitado de la victoria después de empatar 2-2 con Paraguay en su primer partido en la Copa América.

“Uno está tranquilo, sabe que siempre tiene que batallar en la mitad de la cancha con el jugador que le toque, pero también sabe que siempre va a estar respaldado, y por eso no se desespera nunca”, dice de sí mismo. El puesto de volante defensivo requiere colocación, presencia y, sobre todo, don de mando. Lo exige la zona del campo por la que se mueve, pero también la tradición, sobre todo en un país donde los caudillos fueron legión, desde Obdulio Varela en adelante.

“Sí, se viene el clásico y hay que estar preparado para todo, creo que el grupo en general está convencido de lo que vinimos a buscar. Por suerte empezamos ganando, ahora hay que recuperarse bien y preparar ese partido.” Como casi todos Uruguay, Arévalo tuvo un día gris en el victorioso debut ante Jamaica: “Ellos nos sorprendieron con los pelotazos, con la profundidad que generaban”, analiza, para añadir que al equipo le costó encontrar la pelota: “Entramos en el juego de ellos y no podíamos agarrarla, pero la verdad es que siempre estuvimos tranquilos”.

Pese a su característica de jugador duro, el volante uruguayo propone que para el partido del mañana en La Serena, Uruguay debe, sobre todo, mejorar el juego. “Nos vendría bien, porque contra Jamaica cuando jugamos más y pusimos la pelota en el piso, sobre todo en el segundo tiempo, hicimos las cosas mejor. Fue ahí donde encontramos el gol que nos dio la diferencia”, señaló.

“Los chilenos no nos quieren. Apoyan más a los otros y no sé por qué”, se lamentó. “Esperemos a ver si ganan algo para ver si se calman un poco, pero mientras tanto sabemos que todos los partidos van a ser complicados, porque vamos a jugar con el rival y la gente en contra. No importa, seguiremos trabajando para llevarnos los tres puntos y ganar, sin importar cómo, igual que contra Jamaica.”