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El enorme Xavi se alejó del Barcelona. Con los 15 minutos que actuó en la final de la semana pasada, alcanzó un nuevo record de 151 partidos en la Champions League, uno más que Iker Casillas. Y uno supone y espera que haya un retorno de uno de los mejores jugadores del mundo al club al que ayudó a ganar todo y a hacer disfrutar a la gran mayoría futbolera, pese al aburrimiento de los menos.

“Odio más perder un balón que fallar un gol” es una de las frases de Xavi que más lo pintan y de algún modo certifica como válido el certero chascarrillo de Diego Latorre cuando dijo algo así como “hoy Xavi erró un pase”.

“Ganar queremos todos, pero el que renuncia a la belleza es un mediocre”, decía Jorge Valdano. Xavi, que nunca erró un pase, tampoco le erró cuando dijo cosas como ésta: “Cuando la mente se está divirtiendo, es muy difícil que te lesiones”. O “el rondo es lo que más disfruto de los entrenamientos. Cuando no lo hacemos en la Selección me cabreo con el preparador físico”. O “por encima del resto de entrenadores que he tenido en mi carrera coloco a Luis Aragonés y a Pep Guardiola”.

Solaz de quienes queremos el juego antes que el resultado, este gran jugador a quien Barcelona y quienes queremos que el resultado sea consecuencia del juego y no del azar ya estamos extrañando.