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Si bien Omar Martínez fue el ganador en el Carlos Pairetti de San Luis, el que más festejó fue Gabriel Ponce de León, quien arrancó 15º, tuvo que ir a boxes pero terminó sexto –sólo seis coches llegaron al final– y con su máximo rival por el título de TC 2000, Norberto Fontana, fuera de competencia. Ahora, Ponce de León estiró su diferencia de 16 a 19 puntos, pero el segundo ahora es Juan Manuel Silva.
En la primera serie triunfó Martínez –Fontana tuvo problemas de caja– y en la segunda, en una definición electrizante, venció Gabriel Furlán, aprovechando que, en el final, se quedó Walter Hernández –se le pinchó un neumático–, quien había punteado toda la serie y luego se fue afuera en la segunda vuelta de la final.
En la final, Martínez picó seguido por Furlán, muy lejos Fontana (9º) y más Ponce de León (15º). Con el correr de las vueltas el dominio del Toyota de Martínez se acentuó y desde atrás iban recuperando puestos Fontana (saltó al sexto en la décima vuelta, por el abandono de Basso que iba tercero) y Esteban Tuero. Ponce de León seguía atrás, demasiado para sus pretensiones de campeón: estaba 12º
Promediando la carrera, el líder del campeonato debió ir a boxes con importantes problemas de neumáticos, y cuando volvió metió un record de vuelta, pero muy atrás. En tanto, en pista, Fontana seguía mejorando, subía al quinto lugar y achicaba diferencias en la tabla de posiciones.
A Fontana lo atacaron durante varias vueltas Cochito López y Tuero, quien se jugó en una maniobra espectacular en la recta principal pero nunca dobló, siguió de largo y abandonó en el giro 16, cuando venía subiendo en la clasificación. Enseguida entró el auto de seguridad y en ese momento Fontana se quedó y abandonó para felicidad de Ponce de León.
Martínez y Furlán, primero y segundo, seguían dominando claramente la competencia. Y Ponce de León, como motivado por lo de Fontana, comenzó a avanzar y se metió entre los puntos. Hubo un accidente a dos vueltas del final. Satorra y Yannantuoni que se engancharon y llevaron puesto al chileno Infante y a Ledesma que tuvo un fin de semana tremendo, sancionado en la serie, largó 22º y lo chocaron cuando venía cuarto.
Con auto de seguridad, los seis autos llegaron al final (cuatro vueltas antes de lo pactado) y mientras cruzaban la meta, Fontana, sentado en el capot de su Toyota rojo no tenía palabras para describir su decepción.