Ya está, ya fue. La Argentina cerró la serie ante la República Checa con un contundente 5-0, pero ayer domingo, en la jornada de los dos últimos singles, jugados por el honor porque ya no estaba en disputa la victoria del equipo nacional, los tenistas tenían puesta la cabeza en el próximo rival, Australia, aunque el encuentro por cuartos de final se juegue recién dentro de cuatro meses, en julio. Ante más de 5 mil espectadores, Guillermo Coria derrotó 6-3, 6-0 a Jan Henrych y así sumó su cuarto partido invicto en la Davis. “La Argentina ganará la Davis en un lapso de 5 años, estoy seguro”, prometió el santafesino. En el final, Agustín Calleri, quien reemplazó a David Nalbandian, superó 6-2, 6-4 a Thomas Zib.
La sensación generalizada es que los australianos serán rivales “muy difíciles” y que también “muchas cosas pueden pasar de aquí y hasta el match”, pero el análisis del próximo compromiso ya se inició.
La mayoría sostiene que se jugará en pasto. Algunos creen que Australia montará ese tipo de cancha para jugar bajo techo y así convertirla en más rápida aún. Es improbable, sugieren, que los locales vayan a elegir jugar en el rebound-ace del Melbourne Park donde se juega el primer Grand Slam de cada temporada.
Guillermo Cañas, de mejor adaptación al césped que Coria, y David Nalbandian podrían jugar tanto el singles como el dobles, aunque el capitán Alberto Mancini también anticipó que podría convocar a un especialista en dobles. Argentina tendrá la ventaja de que la serie de Copa Davis se jugará después de Wimbledon, con lo que los jugadores argentinos llegarán a Australia con bastante rodaje sobre césped.
“Es cierto que falta mucho para jugar contra los australianos, pero es inevitable no pensar en ello –apuntó Nalbandian, que ayer fue reemplazado por Agustín Calleri en el segundo single–. Si bien pueden pasar muchas cosas hasta julio, sabemos que es un rival muy peligroso, y más de local. Ellos pondrán césped, pero a mí me encanta ese desafío. Me siento bien jugando en césped y creo que le puedo jugar de igual a igual a Lleyton Hewitt o a quien se ponga enfrente”, dijo Nalbandian, quien fuera finalista en Wimbledon en el 2002, perdiendo, precisamente, ante Hewitt.
Coria, que reconoce sus limitaciones en césped –más allá de haber llegado a la final de Den Bosch, en esa superficie, el año pasado–, aseguró que “comprendería si Mancini toma la decisión de que Cañas juegue uno de los singles”. El santafesino afirmó: “Yo vivo más en el piso que parado cuando juego en pasto. Voy a jugar dos torneos en césped antes de ir a Australia, ya diagramé así mi calendario y si no es en los singles, podré aportar desde el dobles, ¿por qué no?”, se preguntó.
“Si Mancini me pide hacer pareja con David (Nalbandian), no voy a tener problemas. Hace mucho que no jugamos dobles con David. Habíamos pensado hacerlo en Rotterdam, pero yo tenía molestias en los aductores y no quise sobrecargarme con las dos competencias”, agregó, antes de agradecer el apoyo del público durante el fin de semana: “Jamás olvidaré las sensaciones vividas este fin de semana en el Buenos Aires Lawn Tennis. La gente se ha portado de maravillas. Esto no se puede comparar con nada. Ni con las victorias en Montecarlo y Hamburgo. Tampoco con el ATP de Buenos Aires del año pasado”.
El capitán del equipo argentino, Alberto Mancini, aportó lo suyo: “Seguramente los australianos nos esperarán en pasto, pero habrá que ver qué tan rápido es ese césped. Si arman la cancha para la ocasión y es bajo techo, las condiciones serán diferentes que jugar al aire libre con una cancha más asentada”.
“Creo que nos conviene la última opción, aunque estimo que, como será invierno, ellos, lógicamente, optarán por la primera”, dijo el capitán. “No todavía no pensé en hacer ningún cambio para ese match”, cerró.
Australia, que además de Lleyton Hewitt como su primer singlista conforma su equipo con Wayne Arthurs en el otro singles y con él mismo junto al especialista Todd Woodbridge en el dobles, apabulló 5-0 a Austria durante este fin de semana.Además, Mark Philippoussis volvió a jugar tras superar una operación en el hombro y tiene cuatro meses por delante para ponerse a punto y ser el singlista número dos del equipo australiano, aunque eso dependerá de su nivel en el momento de enfrentar a la Argentina.