Desde Madrid

El suizo Roger Federer mostró su esperanza de ganar dentro de tres semanas Roland Garros, el único título de Grand Slam que le falta conquistar. “Hace dos semanas estaba un poco más inseguro acerca de mi juego, estoy muy entusiasmado ahora con París”, confesó el número 2 del mundo tras derrotar al español Rafael Nadal, número 1 del mundo, 6-4, 6-4 en la final de Madrid.

Federer no vencía a Nadal desde la final de Wimbledon 2007, y la de ayer fue apenas su segunda victoria en 11 partidos en polvo de ladrillo con el español. El suizo fue eliminado por Nadal en sus cuatro últimas participaciones en París, la semifinal de 2005 y las finales de 2006, 2007 y 2008.

“Es una buena victoria, una bella victoria. Ganar siempre es lindo, pero más hacerlo aquí y contra él”, admitió el ex número 1 del mundo, que conquistó su título número 58, el primero del año. “Combiné bien el juego, saqué bien, fue en cierto modo el partido perfecto para mí.”

Vencer a Nadal es un asunto de primer orden para el suizo de 27 años. Es Nadal quien llevó las dudas a su juego, arrasándolo 6-0, 6-3, 6-1 en la final de Roland Garros 2008 y derrotándolo cuatro semanas más tarde en un épico encuentro en la de Wimbledon. Esas dudas se tradujeron el 18 de agosto de 2008 en la pérdida del número uno que Federer ostentaba desde 2004.

Cinco meses más tarde, en la final del Abierto de Australia, en enero de este año, Federer rompió en llanto durante la ceremonia de coronación en la que Nadal alzaba un nuevo trofeo ante él.

Pese a todos esos antecedentes, Federer aseguró que no siente haberse quitado un peso de encima. “¿Aliviado? No, estuve muy cerca (de ganar) en Australia y Wimbledon. Siempre estuve cerca: incluso cuando perdía, sentía que podía. No hay que creer lo que la prensa dice, hay que mantenerse positivo”, dijo el suizo, que reconoció “algunas derrotas malas” en la actual temporada, especialmente por la manera en que perdió esos partidos.

Federer rechazó que las cuatro horas que necesitó Nadal para derrotar el sábado al serbio Novak Djokovic hayan influido en el resultado. “No creo que tenga nada que ver que haya jugado un partido largo ayer y que no haya dormido demasiado. Seguro que no es la preparación ideal, pero... Cuando juego un partido lo termino sin excusas”, dijo.

Federer admitió que no siempre es capaz de hacer lo que sabe que debe hacer para vencer a Nadal. “Es sólido como una roca, hace lo suyo excelente, es el que mejor se mueve en esta superficie, es el mejor competidor. Sé lo que tengo que hacer, pero no es tan fácil hacerlo contra él, porque es muy bueno.”

Los 600 metros de altura del torneo tampoco deberían servir de excusa, señaló el ex número uno del mundo. “Creo que fue duro para los dos hoy, los dos sufrimos para controlar la pelota. Pero tampoco es extremo, es interesante probar cosas diferentes. Lo he hecho en Gstaad en el pasado. No es sencillo tirar passing-shots habitualmente en polvo de ladrillo (a nivel del mar), así que esto fue agradable para mí.”

El suizo, que se casó en secreto con su novia Mirka en abril y que en pocas semanas será padre por primera vez, mostró su felicidad por haber logrado frenar el acoso de aquellos que quieren quitarle el número dos del mundo. “Sí, no había ganado un torneo aún este año. Este año parecía que otros podían subir, pero yo sabía que iba a ir mejorando semana tras semana (...) Todo está comenzando a rendir sus frutos. Es importante para mi confianza, especialmente batir a Rafa en la final.”

“Estoy seguro de que (Nadal) será sólido como una roca en París”, añadió, y le dio al español ciertas posibilidades de aspirar a la conquista del Grand Slam –ganar los cuatro grandes en la misma temporada– este año.