OPINION
Bielsa no puede seguir con Grondona
Por Raúl Gamez *
A Marcelo Bielsa lo admiro no sólo por su capacidad como entrenador. Muchas veces le doy gracias al fútbol por haberme dado la oportunidad de conocer a gente como él. Es un ejemplo de seriedad, honestidad, claridad, transparencia y dedicación al trabajo, de todo lo que un dirigente honesto busca de un conductor para su club. Y no sólo en el aspecto deportivo. Bielsa es un ejemplo de lo que uno pretende de una conducción a nivel político, educativo y otros aspectos de la sociedad.
A medida que lo fui conociendo, mi admiración por Marcelo creció. Una vez estábamos en el entrenamiento de Vélez y él me había pedido que le consiguiera unos datos. Era un sábado, los jugadores hacían una práctica liviana porque al otro día había partido, por lo que me metí en la cancha y lo llamé para darle lo que me había solicitado. Cuando se dio vuelta, me dijo que no era el momento y casi que me echó. Yo tomé ese gesto como una muestra de su profesionalismo. Lejos de enojarme, lo valoré como una actitud positiva porque era el mejor ejemplo de su línea de conducta. Anécdotas así tengo muchas. Otra de las virtudes para resaltar de Bielsa es que no pacta ni con los periodistas, ni con los empresarios ni con dirigentes que pretenden manejar las cosas a su modo.
Es una lástima que en un partido se haya caído todo lo bueno que se había construido durante cuatro años. Pasamos de ser el mejor equipo del mundo, reconocido por todos tanto en el país como en el extranjero, a quedar afuera en la primera ronda. Pero es imposible olvidar todo lo maravilloso que pasó en el proceso previo al Mundial, cuando se ganaron las Eliminatorias con facilidad y se jugaron amistosos con las mejores selecciones europeas de visitante con resultados muy positivos.
No creo que el trabajo en el Mundial haya sido malo ni que haya cambiado mucho en relación con lo anterior. Pero es muy difícil en el fútbol tener éxito cuando cuatro o cinco jugadores llegan a una competencia tan corta lejos de su rendimiento habitual, como ocurrió en Japón. Yo estoy convencido de que en el ‘86 no hubiésemos sido campeones si Maradona, Ruggeri o Batista no estaban en su nivel, por más que era un gran equipo. Lo mismo en el ‘78. Si Kempes, Passarella o Fillol no eran figuras, seguro que no ganábamos. Es muy lamentable que no se haya tenido éxito porque ahora no se valora todo lo que se trabajó antes. Y no lo digo por la amistad que uno puede tener con Marcelo, sino porque estoy convencido de que es el mejor técnico que alguien pueda contratar.
Ahora, yo no creo que Bielsa pueda seguir al frente de la Selección. Grondona es una persona a la que le gusta meterse en las charlas de fútbol y en todos los detalles de un equipo. El quiere manejar y tener el control de todo lo que lo rodea. Su mentalidad no se condice con lo que pretende Bielsa ni con lo que yo considero debe hacer un dirigente. Uno está para evaluar todos los aspectos, elegir al mejor candidato y luego dejarlo trabajar. Pero Bielsa ni nadie podrá cambiar eso, mientras Grondona sea presidente.
* Ex presidente de Vélez.