libero

Lunes, 5 de agosto de 2002

GIMNASIA LE EMPATO A INDEPENDIENTE

El maleficio del Bosque

Había que ver la cara de niño frustrado de Américo Gallego tras el partido. Esa sensación de haber roto el juguete, un juguete tan preciado como la punta del Apertura. Es que Independiente estuvo a un minuto de irse de La Plata victorioso y líder. Y acaso Gallego y sus dirigidos tendrán que discutir algún rato, en la quietud de Villa Dominico, esta semana, para determinar dónde fue que se escapó esta magnífica oportunidad, si en la falta de puntería del primer tiempo, cuando el equipo estaba más cerca del segundo gol que su rival del primero, o en la actitud especulativa, casi pecadora, del complemento, cuando pretendió clausurar antes de tiempo el resultado. Desde aquel triunfo logrado con gol de Javier Mazzoni en el Clausura de 1995, que le permitió a San Lorenzo consagrarse campeón, que Independiente no puede ganar en el Bosque platense.
Independiente copó el medio campo en el primer tiempo y contó con una presencia masiva en ataque, frente a un rival que careció de peso ofensivo y fue obligado a jugar muy lejos de Leonardo Díaz. El equipo de Avellaneda se sustentaba en los sobrios trabajos defensivos de Franco y Milito en la zaga central, mientras soltaba por sorpresa por los laterales a Serrizuela y a Domínguez.
Al promediar la etapa, Montenegro combinó con Serrizuela, la pelota derivó en Leonel Ríos y salió desviada hacia el medio, donde la tomó Domínguez con el tiempo suficiente para pararla y colocar un remate bajo y de zurda, junto al poste derecho de Juan Carlos Olave. El 1-0 pudo haber sido duplicado rápidamente cuando, un minuto después, luego de un pase largo de Milito, un tiro de emboquillada de Silvera se fue cerca del palo derecho. Independiente era más, jugaba mejor, parecía imposible que semejante superioridad pudiera ser contrastada.
Pero el Rojo se durmió una siesta en el entretiempo, parece, y salió a jugar los últimos 45 con cierta modorra. Es cierto que la actitud más audaz de Gimnasia lo tomó de sorpresa, pero la demostración que había dado en el primer tiempo habilitaba a una recuperación anímica. Pero esa recuperación no llegó nunca: el visitante prefirió resignarse a regalar pelota y campo, y dejar pasar los minutos.
Lobos y el ingresado Matías Arce se repartieron la creación desde la reanudación del juego, pero Gimnasia sufría de impotencia en los últimos metros de la cancha. Hasta que, casi llegando al descuento, con un tiro libre en forma de centro desde la izquierda, Arce mandó el balón al área, donde Choy González cabeceó al ángulo superior derecho del arco de Díaz. Empate y Baldassi (que dirigió bien) de agua fría. Para Gallego y para todo Independiente.

Compartir: 

Twitter

 
LIBERO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.